En un contexto en el que los retos ambientales, sanitarios y geopolíticos se entrelazan formando un escenario de incertidumbre global, las élites económicas y tecnológicas han comenzado a explorar alternativas para mitigar los riesgos asociados a posibles cataclismos mundiales.
Esta tendencia, lejos de ser una mera especulación, ha ganado prominencia con las figuras de Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, Jeff Bezos, Presidente de Amazon y Peter Thiel, cofundador de PayPal, al frente.
Estos referentes tecnológicos no solo han conceptualizado, sino que en algunos casos ya han implementado planes diseñados para ofrecer soluciones a la supervivencia en escenarios extremos.
Qué proyectos hay para salvar a la humanidad del fin del mundo
La propuesta de colonización de otros planetas, con Marte como el objetivo más citado, destaca por la ambición del mundo tecnológico de crear un “plano B” para la humanidad en el espacio.
Este enfoque no solo requiere avances tecnológicos significativos sino que también enfrenta desafíos éticos relacionados con la colonización y la eventual explotación de nuevos mundos.
Además, la construcción de búnkeres en destinos percibidos como seguros, como Nueva Zelanda, manifiesta una estrategia de refugio a escala terrenal.
Este interés se ha incrementado notablemente, impulsando un mercado de construcciones subterráneas destinadas a ofrecer protección contra diversas catástrofes, desde conflictos nucleares hasta desastres naturales extremos.
Cómo está viendo el mundo su posible colapso
Por su parte, la declaración de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, refleja la preocupación de que estas iniciativas, a pesar de su innovación, podrían profundizar las brechas sociales al ser accesibles únicamente para una élite económica.
Esta perspectiva ha generado un debate público sobre la moralidad y la justicia de desarrollar soluciones privadas ante desafíos que afectan globalmente a la población.
La inversión en tecnologías para el viaje espacial comercial, liderada por empresas como SpaceX y Blue Origin, ilustra la ambición de hacer accesibles estas hazañas, no solo como logros científicos sino también como posibles respuestas a la búsqueda de alternativas habitacionales fuera de la Tierra.
Sin embargo, la viabilidad a largo plazo de semejantes proyectos y su sostenibilidad ambiental y social siguen siendo temas de intensa discusión.
Si detrás de las estrellas te escondieres de ahí te derribare dicen las sagradas escrituras
Como siempre los que tienen pisto compran la vida, pero solo si se van del planeta, porque si viven en cuevas, algun dia asomaran la cabeza y los espera la radiacion