Desde tempranas horas del domingo, cientos de personas comenzaron a llegar al Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) esperando la apertura de las puertas para presenciar uno de los shows más esperados por el público metalero.
«La Gran Calabaza» («Helloween») se presentaría esa noche, y era tanto el entusiasmo que, no importando el ritmo de las cumbias, que se escuchaban desde adentro (debido a un evento de una compañía cervecera que se desarrollaba también en CIFCO en ese mismo momento), la gente pacientemente esperaba su turno para ingresar.
La banda nacional «Renegado», se encargaría con toda la autoridad que le da su trayectoria dentro de la escena salvadoreña, de calentar los motores, teniendo como fondo el telón con el nombre de los protagonistas de la noche, que, se estaba convirtiendo en una de las más memorables en lo que va del año.
Habían pasado unos pocos minutos después de las 8:30 p.m. cuando, el momento más esperado, «Helloween» saltaba al escenario, provocando la locura en todos los asistentes, y acelerando más las cosas afuera pues aún había gente entrando.
«Halloween» y «Dr. Stein» fueron las escogidas para abrir la velada. En el escenario se hacía presente Michael Kiske, quien originalmente prestara su voz para interpretar estos temas, hoy lo hacía por primera vez en El Salvador. Apenas comenzaba.
Un carismático Andi Deris conquista al público, desde que comienza a hablar en su castellano aprendido en España, esta es una de las tantas cosas por las que Helloween es tan querido y esperado. La forma en que se recibieron los temas «I’m Alive», y la balada «If I Could Fly» confirmarian lo anterior.
Deris toma de nuevo las riendas, enciende al público con «Are You Metal», preparando para la interpretación magistral de Kiske con «March of time», como en la época dorada de los «Keeper’s», Kiske arrancaba del público salvadoreño sus mejores tonos y se unían al alemán en este himno metalero.
El turno de Deris, convertido en todo un caballero con sombrero de copa, «Perfect Gentleman» se añadiría a la lista de esa noche, la octava canción del recital, la antesala a lo que se venía. La reunión de las calabazas llegaría a su cénit.
Si existe un Olimpo dentro del mundo del metal, Kai Hansen seguramente ocupa un puesto en él. Su turno en el escenario inicia con un video en la pantalla gigante instalada al fondo del escenario, auxiliada por dos más pequeñas, en cada uno de los laterales.
«Starlight», «Ride the Sky», «Judas» y «Heavy Metal is the Law» son interpretadas como una sola, ¡aproximadamente 15 minutos ininterrumpidos!, de estos temas que marcaron los inicios de la banda alemana, liderada en ese entonces por Hansen (hasta 1989).
Michael Kiske regresa al escenario, con la desgarradora, conmovedora y melancólica «A Tale that Wasn’t Right«, seguida de la única canción nueva del repertorio, creada para promocionar la gira mundial que lleva su mismo nombre «Pumpkins United».
«Livin’ Ain’t No Crime» y «A Little Time» fueron una sola esa noche. La pantalla del fondo se llenó de relámpagos, «Helloween» no hizo esperar para su decimotercera canción (en los papeles) de esa noche: «Waiting for the Thunder».
Con «Sole Survivor» comenzaba el rumbo al final de la velada, no sin antes encender al máximo al público con «Power», perfectamente interpretada por un Deris visiblemente emocionado, como todas las veces que se ha presentado en el país.
Como lo habían prometido, estaban haciendo un recorrido íntegro por toda su discografía ¡y con todos sus vocalistas! antes de cerrar, la escogida fue la mítica «How Many Tears» compartida entre Kiske, Hansen y Deris. La banda se retira del escenario…
Regresan con un tema de los más esperados por todos «Eagle Fly Free», que con la canción que le seguiría probablemente marque el «encore» más largo que se ha vivido en la historia de conciertos de metal en El Salvador, «The Keeper of the Seven Keys» canción que por sí sola tiene una duración de 13 minutos aproximadamente.
¡Parecía que estos alemanes no se irían nunca! Lamentablemente no fue así, pero dejarían una gran satisfacción a los asistentes, con sus últimas dos interpretaciones de la noche, haciendo que el anfiteatro del CIFCO explotará en emoción.
«Future World» y «I Want Out» cerrarían un concierto embrujado, en medio de globos y confeti, donde se volvieron a encontrar, la calidez y entrega del público salvadoreño, con el talento, profesionalismo y empatía de la banda germana que por cuarta ocasión recibió los aplausos y ovaciones de sus fans del país.
* Colaboración de Juan Carlos Monterrosa
tontos sus almas son del diablo y algunos no lo saben
Excelente BANDA!!!! Larga vida Helloween!!!
Buena banda la ultima cancion con la que cerraron el concierto mi favorita
Helloween, a classic band.