Impulsados por conocer un deporte nuevo, los estadounidenses Adrien, de 10 años, y Leonard Normand, de 8, se decidieron a practicar karate en El Salvador, motivados por la idea de aprender defensa personal y, al mismo tiempo, invertir sus energías en esta disciplina que requiere resistencia, coordinación y equilibrio.
Los hermanos Normand son karatecas que provienen de una familia con diversidad cultural, ya que su padre es de origen francés y su madre estadounidense. Actualmente residen en el país debido al trabajo de su madre, Jeannette, quien se desempeña como Oficial de Manejo de Recursos Naturales de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en el país.
Practican este arte marcial de lunes a viernes en el dojo Kai Aka, de Santa Tecla, La Libertad. Ellos asistieron junto al dojo tecleño a la Copa El Salvador organizada el sábado 10 de febrero por la Federación Salvadoreña de Karate en la Cuna del Mágico.
“Inicié con la práctica del karate aquí en El Salvador porque me ayuda a tener disciplina, a concentrarme mejor en mis demás actividades y, además, porque me ayuda a aprender defensa personal y me gusta porque me divierto mucho practicándolo”, comentó Adrien, de la categoría infantil.
Durante la jornada, el menor de los Normand, Leonard, se mostró muy emocionado previo a su participación en la modalidad de kata. Luego, con la ayuda de su mamá y hermano, se colocó las zapatillas pues era el momento de demostrar sus habilidades en la modalidad de combate.
“Me sentí muy feliz por participar en kumite (combate). Es la primera vez que lo hago delante de muchas personas. Al principio eso me puso un poco nervioso, pero luego me concentré en la pelea y siento que lo hice bien, también el oponente fue muy bueno a la hora de combatir”, expresó Leonard de categoría infantil.
Adrien se agenció medalla de bronce en su categoría luego de vencer a su oponente Joseph Martínez en kumite. Esto fue motivo de celebración para su mamá, quien lo observaba con orgullo al momento de recibir la presea bronceada.
“Este es un deporte en el que mis hijos han aprendido la disciplina y a manejar su cuerpo y para mí esto es un arte que realmente ellos pueden realizar por toda su vida. Además, les gusta mucho esta disciplina ya que en la casa también lo practican”, puntualizó la estadounidense.
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