La compañía musical alemana BMG ha decidido romper lazos definitivamente con el músico Roger Waters, co fundador de la legendaria banda Pink Floyd, según reportó Variety. La radical decisión llegó tras una serie de declaraciones controvertidas por parte del artista británico respecto a Israel, Ucrania y Estados Unidos, que lo han llevado al centro de la polémica. Este movimiento sería solo un precedente de los cambios que se están implementando en la interna de la disquera.
El acuerdo de publicación musical entre BMG y Waters se firmó en 2016, que originalmente incluía planes del lanzamiento de una versión recién grabada del aclamado álbum de Pink Floyd de 1973, Dark Side of the Moon. Sin embargo, el recién nombrado CEO, Thomas Coesfeld, asumió su cargo el 1 de julio de 2023 y canceló el acuerdo, por lo que el álbum fue finalmente lanzado al público a través de la empresa británica Cooking Vinyl.
Ahora, pese a que la obra de Waters junto a Pink Floyd ofrece uno de los catálogos musicales más importantes y lucrativos de la era del rock, la discográfica BMG ya no lo quiere en sus filas, como resultado de sus polémicas posturas, según informaron fuentes de Variety. Hasta la fecha, no ha habido una declaración oficial por parte de la compañía discográfica al respecto.
La exitosa carrera de Roger Waters en el mundo del rock se ha visto opacada por sus recientes comentarios políticos. Incluso, sus declaraciones públicas han sido interpretadas como un paso hacia el antisemitismo. En una intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, invitado por Rusia, el veterano músico sugirió que la invasión de Ucrania en 2022 por parte de Rusia “no fue no provocada”, lo que desató fuertes críticas.
Pese a los anticuerpos que generaron sus palabras, el artista de 80 años se ha mantenido desafiante en su postura y ha defendido sus puntos de vista en diversas ocasiones durante sus giras, al tiempo que negaba constantemente las acusaciones de antisemitismo en su contra.
Más allá de afectar la relación entre Waters y BMG, la situación ha enfurecido a sus ex compañeros de banda, ya que también ha impactado en las posibilidades de vender el catálogo de grabaciones de Pink Floyd, valorado en 500 millones de dólares. Varios interesados desistieron de la adquisición debido a los comentarios y la postura radical del músico.
El creador de Wish You Were Here abordó su salida de BMG en una entrevista con Glenn Greenwald en noviembre pasado, afirmando que había sido “despedido”. Waters atribuyó su ruptura a presiones proisraelíes como factor determinante detrás de la decisión de Bertelsmann, la empresa matriz de BMG. Ya en un comunicado previo, la empresa había expresado previamente su “solidaridad con Israel” tras el ataque de Hamás del 7 de octubre.
La separación de BMG y Waters no es común en la industria, ya que las discográficas tienden a mantener contratos con artistas con grandes editoriales. Sin embargo, este caso refleja un cambio cultural en BMG bajo la nueva dirección de Thomas Coesfeld, marcando una transición hacia un enfoque más contemporáneo y enfocado en Estados Unidos.
Desde su lanzamiento en 2008, BMG se ha posicionado como la cuarta mayor compañía musical mundial, gestionando artistas de renombre y desarrollando una sólida división de edición musical. De hecho, Kylie Minogue se ha posicionado como una artista consolidada, con una actual nominación a los Grammys a celebrarse este fin de semana.
Además, el próximo lanzamiento del álbum de Jennifer López en febrero también se presenta como parte de los movimientos estratégicos de la compañía en busca de una dirección más moderna.