Un equipo de arqueólogos del Museo Británico descubrió un canal de 19 kilómetros de largo en la zona de la antigua ciudad sumeria de Girsu, en la actual Irak, informó The Telegraph.
Los expertos descubrieron sobre esta instalación dos estructuras simétricas, que al principio se pensó que era simplemente una «estructura enigmática». Sin embargo, resultó que hace 4.000 años, los antiguos sumerios construyeron una «máquina contra la sequía» en base a tecnología desconocida hasta finales del siglo XVIII.
El antiguo dispositivo, construido para impulsar agua a lugares distantes donde era necesaria, está formado por dos estructuras simétricas de adobe dispuestas en dos curvas opuestas que se doblan hacia fuera, de unos 40 metros de largo, 10 metros de ancho y 3,3 metros de alto. La instalación pasa por encima de un canal de 19 kilómetros de largo, por lo que también se lo considera como el puente más antiguo del mundo.
«Luchan por una cosa: el agua. Todos los textos nos hablan de esta crisis», comentó Sebastien Rey, arqueólogo y líder del proyecto de las excavaciones en la ciudad de Girsu, a unos 25 kilómetros de Lagash, una de las ciudades-Estado más antiguas de la civilización sumeria. «No es solo un puente, es una máquina contra la sequía, contra el colapso», añadió.
Los ríos Tigris y Éufrates regaban los campos mediante sistemas de riego, proporcionando alimento para sustentar la vida en las ciudades-Estado. Pero, con el tiempo, la población local se enfrentó a la sequía. La descripción del desastre se conserva en tablillas de arcilla de aquella época.
Las últimas investigaciones realizadas en este remoto rincón de Irak han revelado que la estructura habría creado un efecto conocido como ‘el efecto de Venturi’, el aumento de la velocidad de los líquidos a medida que pasan a través de una ‘garganta’ estrecha.
Sin embargo, con el tiempo, el territorio de la antigua ciudad de Girsu se volvió completamente inhabitable.