Un residente del condado de Botosani, ubicado en el norte de Rumanía, intentó acabar con su vida al llegar a la conclusión de que padecía cáncer de colon, recogen este lunes medios locales.
El hecho tuvo lugar el pasado sábado, cuando el hombre se cortó las venas a la altura de la muñeca izquierda. La esposa declaró luego que su consorte se había dirigido a un anexo del hogar, donde estaba una caldera, afirmando que iba a echarle leña.
Asimismo, relató que el hombre le envió un mensaje por teléfono, diciéndole que era una buena esposa y pidiéndole que lo perdonara. Tras encontrar a su pareja en un charco de sangre, dio aviso a los servicios de emergencia. Los paramédicos le proporcionaron los primeros auxilios y lo trasladaron a la sala de urgencias de un hospital local.
Según medios locales, el hombre, cuya identidad permanece oculta, tenía problemas en el colon. En esas circunstancias, se diagnosticó a sí mismo un cáncer, tras consultar en Internet los síntomas que presentaba.
El portavoz de la unidad médica que lo atendió, Ioan Asaftei, dijo este martes que el paciente no figuraba en el historial médico de ningún oncólogo, y consideró que había tomado la fatídica decisión por encontrase «en un cuadro depresivo». Por otro lado, detalló que sus heridas están evolucionando favorablemente.
En Rumanía, los casos relacionados con autodiagnósticos y automedicación son cada vez más preocupantes. Medios locales detallaron que tres cuartas partes de los rumanos toman medicamentos sin consultar previamente a un médico y, además, se tiene documentando que ingieren el doble de pastillas de libre venta que el promedio de los residentes de la Unión Europea.