El Barcelona salvó con nota el partido más complicado que tenía en esta fase de grupos y sigue asomando la patita en la Champions. Un gol de Ferran Torres al filo del descanso tras un fallo de Romario Baró le da el liderato en solitario en un grupo que debe liderar hasta el final
La victoria tiene más mérito recordando que tenía bajas importantes como Pedri, De Jong y Raphinha -a las que se unió Lewandowski a la media hora de partido tras una entrada de Carmo- pero no fue excusa. Balde, Lamine Yamal, Kounde y Joao Félix, muy pitado en O Dragao por su pasado en el Benfica y por una celebración que no gustó mucho en Oporto, fueron los mejores de un Barça que está de vuelta en Europa.
El primer examen serio en Europa dejó al descubierto que los de Xavi van en serio. Los pasos se van dando y la meta ya se ve de lejos. El principio del choque no fue el esperado por los azulgranas. El Oporto, con un juego muy vertical que no necesitaba mucha posesión, llegaba demasiado fácil pero sin crear peligro de verdad. Con el paso de los minutos el partido cambió de color gracias a Lamine Yamal y un omnipresente Joao Félix, que se crecía con los pitos de la grada. No hubo ocasiones claras y parecía que el 0-0 iba a ser el resultado al descanso, pero al Barça le acompañó la suerte en la última jugada. Mal pase hacia atrás de Romario Baró que aprovecha Gündogan para dar una gran asistencia a Ferran Torres que bate por bajo a Diogo Costa. Mazazo en la moral de un Oporto que a los puntos quizá fue mejor en la primera parte.
En la segunda mitad el Barça salió mejor. El gran problema con el que se encontraron los de Xavi fueron las tarjetas. En el minuto 50 ya la habían visto Cancelo, Araujo, Gavi, Kounde, Joao Félix y hasta Xavi Hernández. El peligro de quedarse con uno menos estaba ahí por lo que los defensas podían tener cuidado a la hora de meter la pierna. Algo que se saltó a la torera Kounde salvando el empate tirándose al suelo en una jugada en la que Pepé se disponía a encarar a Ter Stegen. Una ocasión que hizo crecerse a los portugueses, que gozaron de varias llegadas peligrosas de forma consecutiva. El Barça perdió fuerza en el centro del campo y los lusos olieron sangre buscando el empate de forma descarada. Y aquí es cuando se ve que Oriol Romeu debe tener cuidado con las pérdidas o que Gündogan no debe ausentarse cuando el equipo lo está pasando mal.
El VAR rectifica un penalti
Xavi sacó a Fermín y Sergi Roberto por Joao Félix y Oriol Romeu. Ter Stegen y Kounde, en otra gran acción defensiva, iban salvando con seguridad las llegadas portuguesas. El Barça jugó unos minutos con diez porque Lamine Yamal se tuvo que ir de urgencia a los vestuarios y ante la tardanza de su vuelta Xavi optó por sacar a Marcos Alonso. El final de la película estuvo a punto de dar un giro de guión en el minuto 79 cuando Anthony Taylor pitó penalti para el Oporto tras una mano de Cancelo. Pero el VAR le sacó del apuro y se anuló el penalti por una mano anterior de Eustaquio. Los sustos no acabaron aquí y Taremi marcó un golazo de chilena a pase de Pepé, pero el iraní estaba en fuera de juego. Sergio Conceiçao hizo un triple cambio dando entrada al español Ivan Jaime, Namaso y Nico González, ex del Barça.
Se le hicieron largos los últimos minutos al Barça, y más tras la expulsión de Gavi en el añadido y que Araujo acabó el partido medio cojo, pero la victoria se fue para la Ciudad Condal. Una victoria que se puede adornar con detalles estadísticos: fue el partido 100 de Xavi en el banquillo, Ter Stegen igualó a Ramallets en partidos con 387 y Lamine Yamal se convirtió en el jugador más joven en ser titular en un partido de Champions. Todo positivo en un equipo que vuelve a dejarse ver por la Champions mirando de frente.
