LeBron James, eliminado con Los Angeles Lakers en la final de la Conferencia Oeste por los Denver Nuggets (4-0), abrió interrogantes sobre su futuro y dejó un mensaje críptico en la rueda de prensa tras el cuarto y definitivo encuentro (111-113).
“Fue un viaje bastante guay (esta temporada). Pero no sé, no sé. No me gusta decir que fue un año exitoso porque no juego por nada que no sea ganar campeonatos en este punto de mi carrera (…). No es divertido para mí no ser capaz de ser parte de las Finales”, argumentó en la última pregunta de la comparecencia.
“Pero veremos, veremos. Veremos lo que pasa más adelante. No sé, no sé. Tengo mucho en lo que pensar, siendo honesto, tengo mucho en lo que pensar. Solo personalmente siguiendo adelante con el deporte del baloncesto, tengo mucho en lo que pensar”, agregó antes de cerrar la rueda de prensa.
Estas declaraciones causaron mucho revuelo en las redes sociales y el periodista de ESPN Dave McMenamin habló posteriormente con LeBron para aclarar lo que quería decir y copió en su cuenta de Twitter la siguiente transcripción:
– Pregunta: Cuándo dijiste que querías pensar sobre cosas, ¿qué hilo deberíamos sacar de todo esto?
– Respuesta: Si quiero continuar jugando.
– P: ¿En el próximo año?
– R: Sí.
– P: ¿Lo dejarías?
– R: Tengo que pensar en ello.
El basquetbolista de 38 años tuvo una noche titánica y memorable en la que solo descansó 4 segundos de los 48 minutos de partido, tuvo dos opciones para forzar la prórroga pero su primer tiro se fue al lateral del tablero y el segundo, sobre la bocina, fue taponado por Aaron Gordon.
Al mismo tiempo, el oriundo de Ohio también se volvió tendencia en las redes sociales, por un triple que a muchos fanáticos les hizo recordar a Emanuel Ginóbili. “Lebron hizo un Ginobili”, “LeBron hizo la de Ginobili que quiso hacer un pase y metió un triple”, y “amigo q mier… mete Lebron, parece ginobili”, fueron algunos de los comentarios tras ver la jugada.
Cabe destacar que con la estadística en contra, ya que jamás se ha remontado un 3-0 en la NBA, LeBron asumió la responsabilidad en el momento de mayor desesperación de su equipo y dio un recital maravilloso de 40 puntos (15 de 25 en tiros), 10 rebotes y 9 asistencias.
Todo le salió de maravilla a un LeBron inagotable, incluso meter de casualidad ese triple muy afortunado cuando buscaba un “alley-oop” para Hachimura.
King James deslumbró con 21 puntos en el primer cuarto y llegó hasta los 31 antes del descanso (nuevo récord para él en una mitad de los playoff).
Pero todo ese sudor, esfuerzo y épica le pasaron factura en una segunda mitad a la que llegó muy justo de fuerzas y finalmente no sirvieron de nada ante unos Nuggets extraordinariamente sólidos, compactos y temibles.