El Manchester City dejó sobre la lona, en un KO extremadamente doloroso, al Arsenal para dar un derechazo prácticamente mortal a la Premier League (4-1). Mandó la ley del actual campeón, con un partido absolutamente maravilloso y que se tardará en olvidar en el Etihad, como también Kevin de Bruyne y su recital futbolístico, con dos goles y una asistencia ante su rival favorito.
Pudo dar gracias Mikel Arteta de que el drama no fuera mayor. El marcador fue abultado pero aun podría haberlo sido más si no se hubieran alineado los astros para que Erling Haaland, el delantero más letal del planeta, viviera su noche más negra de cara al gol hasta que en el descuento pudo romperla para salir con su tanto, que no podía faltar. Y es que el vikingo las tuvo de todos los colores y encontró en Ramsdale su kryptonita, ya que estuvo monstruoso bajo palos.
Fútbol total. Eso es lo que practica un Manchester City de autor con Pep Guardiola en el banquillo. Un entrenador que se recicla y un sistema que mejora y avanza. Tocó jugar con defensa de cuatro y el catalán aprovechó las carencias del Arsenal a campo abierto para asestarle golpes letales. Ritmo vertical, atacando los espacios y poblando el ataque, una fórmula imparable para unos ‘gunners’ que echaron de menos al lesionado Saliba.
Contrariamente al tiki taka, el primer tanto del City se dio al más puro estilo Premier League. Balón para la descarga de Haaland, pase de primeras en el círculo central para De Bruyne y jugada individual estelar para dar el primer golpe a los de Arteta, a los que se decretó muerte cerebral porque no supieron salir del atolladero (7′). No fue menos clásico del fútbol inglés el segundo. Pese al sublime juego de combinación, y las numerosas oportunidades, el tanto llegó en una falta colgada con mimo por De Bruyne y que Stones cabeceó con maestría. Pese a decretarse fuera de juego, mediante el VAR se certificó que Ben White habilitaba al central (45+1′).
Entre esos dos tantos, poesía de lo que es el fútbol moderno. Arrancando con una presión agresiva que asfixió al Arsenal, maniató a Odegaard y Saka y desquició a Xhaka y Thomas, y terminando por un fútbol vertiginoso y al alcance solo de un club como el City en la actualidad. Y el tótem de todo ello, el venerado Erling Haaland, fue lo único que desafinó de una orquestra dirigida con la mano de fina de Guardiola. Hasta un hat trick pudo sacar el noruego antes del descanso y también pudo mojar después, pero se guardó los goles ya que esta vez no hacían falta.
Las oportunidades de remontar para el Arsenal, que en el primer tiempo finalizó con un solo disparo que no cogió ni puerta, pasaban por desconectar el ritmo del City y marcar pronto, pero sucedió lo opuesto. Otra vez De Bruyne, con capa de superhéroe como en todos los grandes partidos, demostró que más vale maña que fuerza para triturar las esperanzas ‘gunners’ haciendo el tercer y definitivo tanto (54′). Una jugada que evidenció lo fuera del partido que estaban los londinenses ya que Odegaard, su mejor creador de juego, regaló absurdamente el balón al belga para iniciar la jugada.
Una tónica que no cambió ni siquiera cuando, contento con la ventaja, el City dio pasos atrás para ceder el balón a un Arsenal que deambulaba cual zombi sobre el verde campo del Etihad. Sin respuesta y sin siquiera echar a correr porque no olió sangre en ningún momento. Ni siquiera con la entrada de Trossard y Jorginho o el gol tardío de Holding (86′). Una puesta en escena inteligente de Guardiola, que supo leer el partido y al rival, dando una lección de su aprendiz Arteta, que se fue contrariado y aleccionado una vez más por su maestro. Y que encima acabó de las mejores de las formas con un tanto de Haaland, al que mantuvo todo el partido, en el tiempo de descuento para redondear la actuación (95′).
Un triunfo capital para el devenir de la Premier League, a la que le quedan cinco jornadas y en la que el Arsenal sigue como líder, pero con el City a tres puntos por debajo y con dos partidos menos. Visto lo visto, solo una hecatombe haría cambiar el sino de esta competición. La ventaja ‘citizen’ no es grande, pero a ver como se recuperan los ‘gunners’ de este golpe letal.