El París SG sumó este miércoles sus primeros puntos en esta edición de la Liga de Campeones al pasar por encima del Estrella Roja de Belgrado (6-1) en una actuación intimidatoria del conjunto de Thomas Tuchel y de su estrella Neymar, autor de un hat-trick.
Neymar, con dos goles (20, 22), el uruguayo Edinson Cavani (37) y el argentino Ángel Di María (41) dieron por zanjado el partido antes del descanso. Kylian Mbappé se apuntó a la fiesta en el minuto 70, y el alemán Marko Marin (74) anotó el del honor de los serbios antes de que Neymar firmase la tripleta (81).
El PSG lidera con 3 puntos la llave C, a la espera del Nápoles-Liverpool que cerrará la segunda fecha.
Nada mejor que una goleada para tratar de dejar atrás la dolorosa derrota en Anfield en la primera fecha (3-2).
Neymar, uno de los señalados en aquel partido, del que se marchó sin ver puerta, fue el mejor en esta ocasión de los suyos.
El brasileño abrió la cuenta con un libre directo magistralmente ejecutado al que siguió casi sin tiempo de digestión para el Estrella Roja un nuevo gol de un ‘Ney’ que culminó una buena pared en el área con Mbappé.
Neymar pudo haberse ido al descanso con tres goles en su haber si no hubiera desperdiciado otro libre directo, por encima del arco, y una nueva ocasión ante un sobrepasado arquero canadiense Milan Borjan.
Pero fueron sus compañeros sudamericanos los que anotaron antes de la pausa. Di María aprovechando en el corazón del área un servicio con el exterior del lateral belga Thomas Meunier, y Cavani con un hábil recorte para anotar después de que el balón tocase en un defensor.
Después de su tercer gol, de otro lanzamiento de falta aún más estético que el primero, Tuchel sustituyó al brasileño, retirado entre la ovación de un Parque de los Príncipes con uno de los fondos cerrado al público.
Mbappé quiso sumar un nuevo gol en esta ‘Champions’ después del anotado en Liverpool, y Marko Marin firmó el del honor de un Estrella Roja, campeón de Europa en 1991, que regresó a la ‘Champions’ con un meritorio empate ante el Nápoles, pero que en París se encontró con la dura realidad de un PSG casi imparable cuando su firmamento de estrellas de ataque tienen un día inspirado.