El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió el martes que el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático representa una amenaza existencial para comunidades enteras y puede desencadenar un éxodo «de proporciones bíblicas».
En una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Guterres advirtió que, si el mundo no actúa rápido, se enfrentaría a consecuencias «impensables». En este sentido, señaló que la elevación del nivel del mar representa un peligro «especialmente grave» para los casi 900 millones de personas que habitan en zonas costeras de poca altura, es decir, «una de cada diez personas en la Tierra».
«Comunidades bajas y países enteros podrían desaparecer para siempre. Seríamos testigos de un éxodo masivo de poblaciones enteras, de proporciones bíblicas, y veríamos una competencia cada vez más feroz por el agua dulce, la tierra y otros recursos», alertó.
El jefe de Naciones Unidas señaló que, incluso si el aumento de las temperaturas quedara «milagrosamente» limitado a los 1,5 °C trazados en el Acuerdo de París, el nivel del mar igualmente se elevaría de manera considerable. En este sentido, advirtió que, si las temperaturas suben a 2 °C, el nivel del agua podría duplicarse.
En cualquier escenario, países como Bangladés, China, la India y Países Bajos «están en riesgo», explicó. Asimismo, recalcó que las repercusiones se notarán en megaciudades de todo los continentes, como El Cairo, Lagos, Maputo, Bangkok, Daca, Yarkarta, Bombay, Shanghái, Copenhague, Londres, Los Ángeles, Nueva York, Buenos Aires y Santiago.
Triple frente de actuación
Para hacer frente a estas amenazas, Guterres instó a la comunidad internacional a actuar en tres ámbitos. El primero pasa por combatir el calentamiento global, reduciendo las emisiones de carbono y «garantizando la justicia climática».
En segundo lugar, hay que proteger a las comunidades vulnerables y poner en marcha medidas contra la pobreza, la discriminación, la desigualdad y las violaciones de derechos humanos.
Por último, se requiere modificar la legislación internacional para proteger a los desplazados. «Los derechos humanos de las personas no desaparecen cuando desaparecen sus hogares», aseveró.
Pero no dice nada de refucir las emisiones de gasds que producen el calentamiento ni de reforestar el planeta ni detener la tala del amazonas. «Mire usted que bonito»