Un ejemplar de oso negro descubrió una cámara trampa cerca de la ciudad de Boulder, en Colorado (EE.UU.), y se hizo cerca de 400 selfis con ella.
Según informaron las autoridades locales, la sesión de fotos ocurrió a finales de 2022. Durante el verano de ese mismo año, el Departamento de Parques de Montaña de Boulder instaló cerca de la ciudad nueve cámaras de detección de movimiento.
Las cámaras, que se disparan cuando un animal se sitúa delante de ellas, se instalaron para captar imágenes y vídeos de los animales en su hábitat natural y, al mismo tiempo, minimizar la presencia humana en entornos sensibles. «La información que recopilamos de las cámaras se utiliza para recomendar medidas de protección del hábitat que ayuden a proteger zonas naturales sensibles», explicó entonces Will Keeley, ecologista especializado en fauna salvaje.
La mayoría de las veces los animales no detectan las cámaras, pero el curioso ojo sí lo hizo. Como resultado, de las 580 imágenes captadas, la abrumadora mayoría pertenecía a ese único ejemplar.
