Multitudinarias manifestaciones recorren este 19 de enero decenas de ciudades francesas contra la propuesta de ley del Gobierno que propone aumentar la edad de jubilación. Los sindicatos, que escenifican una inusual unidad, auguran que podría ser el primer día de huelga de muchos.
Philippe es honesto. «Yo, lo que pido, es tener una pensión más o menos decente. Sé que no tengo un salario que me permita tener una jubilación de 3.000 euros. Pero si la reforma sigue adelante, tendré 900 euros de pensión (…) Solo quiero tener un final de vida agradable», le cuenta a la agencia AFP.
Philippe es cartero en Gironde y está sindicado en la CGT (Confederación General del Trabajo), uno de los sindicatos principales de Francia y de una izquierda más dura. «Soy cartero en bici. Aunque nos den bicis eléctricas, no me veo hasta los 67 años intentando pedalear», razona.
Es uno de los miles de franceses que se han sumado a la huelga de este jueves 19 de enero convocada por diez sindicatos en contra de la reforma pensional del presidente Emmanuel Macron.
Todavía sin cifras oficiales de asistencia ni de seguimiento de la huelga, la movilización es amplia y supera incluso a la que se convocó en 2019 contra el mismo proyecto de ley.
Por primera vez en años, la gran mayoría de los sindicatos, desde la izquierda más tradicional hasta las agrupaciones más centristas, se han puesto de acuerdo para movilizarse en contra del proyecto de Macron de elevar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
«Es una primera jornada y habrá otras», subrayó el secretario general de la CGT, Philippe Martínez. «Es raro que los sindicatos en Francia estén de acuerdo. Es un indicador de que la situación es grave».
Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), el primer sindicato del país, insistió en que «tiene que haber mucha gente» en la calle y pidió que las marchas se desarrollen «de forma pacífica».
París es el escenario principal de las marchas y millares de personas se concentraron en la Plaza de la República para luego caminar hasta la Plaza de la Nación. Sin embargo, la movilización social también tuvo mucha representación en ciudades secundarias como Burdeos, Tolosa (Toulouse), Marsella y Nantes, entre otras. En total son 200 las manifestaciones convocadas en todo el país.
A pesar de que todavía falta medio día, hasta el momento no se han registrado disturbios y en las calles toma forma un descontento amplio y transversal.
Apoyo a la huelga en el sector del transporte y de las escuelas
Uno de los sectores que más ha visto interrumpida su cotidianidad a raíz de la huelga es el sector del transporte. El metro de París está prácticamente paralizado y la movilidad es difícil en la mayoría de grandes ciudades este jueves,
Mientras tanto, la red de ferrocarriles también funciona a medio gas. Las estaciones están vacías y la compañía ferroviaria SNCF ya había advertido que solo circularían el 10% de los trenes regionales y entre una tercera y una quinta parte de los trenes de alta velocidad.
Los aeropuertos viven más tranquilidad, pero no sin interrupciones: las compañías aéreas que operan en el aeropuerto de Orly, en París, redujeron en un 20% su programa de vuelos por el paro de controladores aéreos.
Las escuelas también han quedado con las aulas vacías a raíz del amplio seguimiento de la huelga por parte de los profesores. El principal sindicato del sector de educación estima un seguimiento del 70%.
Además, varias cadenas de información pública también se han unido a la protesta. ‘Franceinfo’ y ‘France Inter’ hacen sonar música en vez de las noticias y ‘France 2’ dedica el día a rodar programas que ya se han emitido.
El sector sanitario y el de la energía son otros que se han sumado a la huelga.
Una reforma para equilibrar las arcas del Estado, según el Gobierno
La reforma pensional puede convertirse en uno de los puntos de inflexión del Gobierno de Macron. Ya buscó impulsarlo en 2019, aunque quedó paralizado por la pandemia de Covid-19 que irrumpió en el mundo al año siguiente.
Su propuesta es elevar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años y pedir 43 años cotizados en total para conseguir la pensión completa, cuando antes eran 42. El principal objetivo de la reforma es equilibrar las cuentas en las arcas del Estado de un sistema pensional que ya es deficitario y en un país con la población cada vez más envejecida.
El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, defendió que la reforma es «justa y necesaria» y aseguró en una entrevista con la cadena ‘LCI’ que ya «ha habido una evolución» en el proyecto de ley y que se han «incluido varias demandas».
Francia es uno de los países de la Unión Europea con la edad de jubilación más baja y la intención de los sindicatos es que siga así: gran parte de las protestas se centran en esos trabajos menos calificados, de mayor exigencia física, que tienen un coste sobre la salud de los empleados y que reducen la esperanza de vida.
Ya en 2010, manifestaciones masivas unieron a más de un millón de personas contra la reforma que elevaba la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. A pesar de las movilizaciones, el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy la aprobó.
El panorama político para Macron, que no pasa la jornada de protestas en Francia sino que se encuentra en Barcelona para una cumbre con el Gobierno español, es incierto. Entre sus propias filas, hay personas que siguen sin estar convencidas de apoyar la reforma y además su partido, la República en Marcha, ya no tiene mayoría absoluta en el Parlamento.
Para aprobar la reforma en el órgano legislativo necesita el apoyo de los conservadores, cuya visión es diametralmente opuesta a la de los sindicatos. Escuchar a los sindicatos podría significar perder los votos de la derecha; hacer caso a los conservadores podría terminar en semanas de huelga. Para Macron, contentar a las dos partes será imposible.
TOPEN A MACRON. NO ES JUSTO ESE PROYECTO.
ASI MISMO DEBERIA SER EN EL SALVADOR…PERO PARECE QUE SE PERDIERON LOS HUEVVV Y LAS FOCAS PENDDD SOLO APLAUDEN MEDIDAS QUE MAÑANA LES VAN A SACAR LAS LAGRIMAS CUANDO YA SEA TARDE..PUEBLO BRUTO MIEDOSO