Twitter, ahora en manos de Elon Musk, decidió suspender este miércoles a la cuenta Elon Jet, que rastreaba los movimientos de la aeronave del empresario. Esta decisión sorprendió tanto a los internautas como al mismo dueño del perfil ya que, el pasado 7 de noviembre, el mismo Musk había explicado que no daría de baja el usuario como parte de su iniciativa por la libertad de expresión y a pesar de que la información allí publicara resultara en un “riesgo directo a su seguridad personal”.
“Bueno, parece que @ElonJet está suspendida”, escribió su creador Jack Sweeney en su cuenta personal @JxckSweeney donde, a su vez, anunció que se pasaría a la plataforma Mastodon, similar a la del pajarito, aunque sin los 500.000 seguidores que allí había conseguido. “Dice que hay libertad de expresión pero está haciendo lo contrario”, sumó en declaraciones a la agencia de noticias AP.
Desde Twitter informaron que la decisión se basó en un incumplimiento de las normas comunitarias, por lo que ahora únicamente puede acceder para leer el contenido de la línea de tiempo mas no para enviar o reenviar mensajes.
Pocas horas después, la cuenta había vuelto a ser habilitada sin mayores explicaciones. Pero con la misma rapidez con la que reapareció la cuenta, el usuario volvió a ser deshabilitado.
El empresario explicó en la tarde que la medida se tomó dado que la cuenta incumple con la política de doxing, que se basa en revelar intencional y públicamente información personal sobre un individuo u organización. “La publicación en tiempo real de la ubicación de otra persona viola la política de doxing, pero la publicación retrasada de ubicaciones está bien”, explicó Musk.
Sin embargo, poco menos de dos horas después de ello y aún en medio de la polémica desatada, el joven detrás de la cuenta celebró que había recobrado el acceso a ella.
Sweeney había apelado por la mañana al centro de ayuda del pajarito para demostrar que no había quebrantado las reglas, al igual que otras cuentas aún activas que siguen los movimientos de los jets de celebridades como Bill Gates, Jeff Bezos y oligarcas rusos.
De todas formas, durante sus horas de ausencia continuó con su trabajo de publicar el despegue y aterrizaje del jet en sus perfiles de Instagram y Facebook, algo que facilita mucho el trabajo de la prensa cuando quieren encontrarlo para alguna declaración o foto. Horas atrás, por ejemplo, indicó en su cuenta de Instagram que el avión de Musk “voló de Los Ángeles a Austin anoche después de que mi cuenta fuera suspendida en Twitter”.
En 2021, el joven había recibido un mensaje privado del magnate ofreciéndole USD 5.000 para cerrar la cuenta, por el riesgo que implicaba para su seguridad. Ante su respuesta negativa, Musk habría utilizado una técnica de filtrado para ocultar sus tuits y habría instruido a su equipo de Confianza y Seguridad que suprima el alcance de la cuenta, según denunció.
Musk, si bien no se ha pronunciado al respecto, en el pasado había criticado esa técnica de filtrado, conocida como “shadowbanning”, y había comentado que los anteriores dirigentes de Twitter la utilizaron injustamente para suprimir cuentas de derechas. Por ello, al asumir, mencionó que el nuevo Twitter seguirá reduciendo el alcance de los mensajes negativos o que inciten al odio, pero que será más transparente al respecto.
Tan solo este martes, el cofundador y exjefe de Twitter, Jack Dorsey, había manifestado su pública defensa a los empleados de la empresa de tecnología, a quienes Musk había criticado por una serie de decisiones relacionadas con la moderación de contenido, un tema que ha estado bajo la lupa desde que se concretó la operación de compraventa por 44.000 millones de dólares.
“Creo firmemente que cualquier contenido producido por alguien para Internet debe estar permanente hasta que el autor original decida eliminarlo”, escribió Dorsey. “Debe estar siempre disponible y direccionable. Las eliminaciones y suspensiones de contenido no deberían ser posibles”, agregó apenas un día antes de que Twitter suspendiera a la cuenta.
Sin embargo, ni el propio Elon Musk logra decidirse sobre esta cuestión ya que desde que asumió al frente de la red ha estado enviando mensajes contradictorios sobre qué está autorizado y qué no en la plataforma.
Por ejemplo, restauró cuentas que estaban suspendidas por cuestiones relacionadas al incumplimiento del reglamento, entre ellas, la del ex presidente estadounidense Donald Trump, quien había sido muy cuestionado por sus polémicos dichos pero obtuvo el respaldo de la mayoría de los internautas que participaron en la encuesta de Musk para definir su reingreso a Twitter.
Pero, por l otro lado, el empresario canceló la cuenta del rapero Kanye West -también conocido como Ye- luego de sus publicaciones con mensajes antisemitas, que le hicieron perder el apoyo de muchas marcas y lo pusieron en el centro de una campaña de cancelación. También rechazó el regreso a Twitter de Alex Jones, fundador del sitio web de extrema derecha InfoWars, quien fue condenado a pagar USD 1.500 millones en forma de indemnización por haber afirmado que la masacre de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook había sido un “engaño”.
