El gigante estadounidense Google fracasó este miércoles en su intento de anular una multa récord de 4.300 millones de euros (4.304 millones de dólares) impuesta en 2018 por la Unión Europea (UE), por abuso de posición dominante de su sistema operativo Android para teléfonos móviles.
“Se desestima esencialmente la acción interpuesta por Google”, falló el Tribunal General de la UE.
La corte consideró sin embargo “adecuado” reducir el importe de la multa a 4.125 millones de euros (4.129 millones de dólares).
Las razones de la sentencia fueron, en primer lugar, por obligar a los fabricantes de dispositivos Android a instalar el buscador Google Search y el navegador Google Chrome a cambio de cederles la licencia de la Play Store, la tienda de aplicaciones móviles de la compañía.
En segundo lugar, por impedir que las empresas que querían vender teléfonos móviles y tabletas con aplicaciones de Google pudiesen instalar versiones alternativas del sistema operativo en los dispositivos móviles, las conocidas como “bifurcaciones de Android”.
Y, por último, por supeditar una parte de los ingresos publicitarios de Google a los fabricantes y a los operadores de redes móviles a que estos no instalasen ningún otro buscador alternativo a Google Search.
La multa sigue siendo la mayor de la historia de la UE, pese a los argumentos de Google de que el caso de la Comisión no tenía fundamento y se basó falsamente en acusaciones de que impuso su motor de búsqueda y navegador Chrome en teléfonos Android.
La penalización es una de las tres sanciones antimonopolio por un total de más de 8.000 millones de dólares que la Comisión Europea impuso a Google entre 2017 y 2019.
En su recurso, la empresa también insistió en que la UE seguía ciega ante el caso de Apple, que impone o brinda clara preferencia a sus propios servicios, como el navegador Safari en los iPhones.
Google argumentó que la descarga de aplicaciones rivales estaba a sólo un clic de distancia y que los clientes no estaban vinculados de ninguna manera a los productos de Google en Android.
La UE y los denunciantes respondieron que Google usó contratos con fabricantes de teléfonos en los primeros días de Android para aplastar a sus rivales.
Google expresó su decepción por el fallo. “Estamos decepcionados de que el Tribunal no haya anulado la decisión en su totalidad”, apuntó la empresa en un comunicado.
La decisión del Tribunal General no es necesariamente el final de la historia. Ambas partes pueden acudir al tribunal supremo de la UE, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, para tener la última palabra sobre la multa.
El de Android fue el tercero de tres casos importantes presentados contra Google por el equipo de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.