Muchos no entendían bien lo que sucedía cuando el partido entre el Cádiz CF y el FC Barcelona, correspondiente a la Fecha 5 de La Liga, se detuvo a los 81 minutos. Incluso el árbitro Carlos del Cerro lucía un poco desorientado. La preocupación fue incluso mayor cuando cuatro minutos más tarde el argentino Jeremías Ledesma salió corriendo a toda velocidad hacia el banco de suplentes: tomó un desfibrilador del equipo médico y se dirigió rápidamente hacia la tribuna para entregar el artefacto.
El encuentro, que se frenó a poco del final, se mantuvo en suspenso durante más de 20 minutos con los jugadores en el campo y luego otros casi 20 minutos con los deportistas en el vestuario hasta que se decidió su reanudación casi una hora después de la suspensión. El hombre afectado fue reanimado por un cuerpo médico y después de varios intentos lograron trasladarlo hacia un centro médico, por lo que se decidió continuar con el encuentro.
Todo comenzó luego de un centro pasado de Ousmane Dembélé que fue bien anticipado por Conan Ledesma, arquero surgido de Rosario Central que juega en el Cádiz desde la temporada 2020/21, quien se transformó en protagonista cuando el partido se detuvo porque desde la grada avisaban que había alguien con un problema de salud. Del Cerro paró el juego y envió a los médicos al sector.
Los minutos pasaban y el problema no terminaba de solucionarse. Ahí fue cuando Ledesma corrió con el desfibrilador en sus manos y lo arrojó hacia la grada para que puedan atender al espectador. Todos permanecían inmóviles presenciando la escena con una sensación generalizada de angustia. El uruguayo Ronald Araujo fue enfocado rezando.
Mientras el resto de los jugadores hablaban entre ellos, los entrenadores permanecieron en los bancos de suplentes, paralizados por la tensión. Finalmente, el árbitro Carlos del Cerro habló con los capitanes –Alfonso Espino y Sergio Busquets– y decidió enviar a todos a los vestuarios.
Fue allí cuando otro compañero de Ledesma decidió intervenir. José Mari, uno de los más experimentados en Cádiz, ayudó al personal sanitario a llevar una camilla entre las gradas para desalojar al aficionado que presentaba problemas de salud según se pudo visualizar en un video que fue compartido por el periodista Adriá Albets en redes sociales.
Unos minutos más tarde, los futbolistas regresaron al césped y comenzaron a realizar ejercicios de calentamiento. Según informó el diario MARCA, el espectador fue evacuado con éxito y llevado al Hospital Puerta del Mar. También informaron que se desvaneció la hija de esa persona, aunque fue reanimada sin problemas. Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF, llevó tranquilidad con sus declaraciones ante los micrófonos de la cadena COPE. “Ha recuperado el pulso y se lo han llevado en ambulancia. Se reanimaba, se volvía a caer, pero al final han conseguido estabilizarlo”, comentó.
Una vez que se reanudó el partido, el Barça logró aumentar su ventaja en el marcador y concretar la goleada. A los goles de Frenkie de Jong y Robert Lewandowski se le sumó el tanto convertido por Ansu Fati, quien marcó a placer tras recibir un pase del artillero polaco, y luego otro de Dembélé, quien remató de derecha para firmar el 4-0 definitivo con complicidad de Ledesma. El Cádiz asumió riesgos que fueron aprovechados por un Barcelona que encontró mucho campo para correr y liquidó el pleito.
“Situación muy desagradable para todos. La salud y la vida está por encima de cualquier cosa. Por suerte han podido reanimar a la persona y está sano y salvo. Hemos creído conveniente entre ambas partes reanudar el partido. Pero esperamos su pronta recuperación”, comentó Xavi Hernández al término del encuentro en diálogo con Movistar.
“Lo primero, sensibilizarnos con el aficionado que ha tenido este incidente, que la vida está por encima del deporte y todos hemos dado un ejemplo de lo que es ser persona. Lo hemos vivido con mucho respeto, sensibilidad, por encima del deporte. La vida es lo más importante. Hemos estado atentos. A nivel deportivo, cuando parecía que al aficionado lo reanimaban, el árbitro nos ha reunido y nos ha dicho que íbamos a reanudar”, afirmó Sergio González, el conductor del Cadiz. “Entendemos que se podía reanudar porque la situación crítica había pasado al trasladar al hombre ya más estable”, agregó.