Elmer Gustavo Hernández fue clave para que Garita Palmera superara a San Sebastián en cuartos de final y accediera a las semifinales de la Liga de Fútbol Playa Copa CEL 2022, instancia en la que se medirán a Chirilagua, de San Miguel.
El domingo pasado, en el partido de vuelta de los cuartos de final, Hernández atajó dos tiros en la maratónica serie de 18 penales que Garita ganó 5-4 ante San Sebastián y que les dio la clasificación por primera vez a las semifinales de la Liga de Fútbol Playa.
Pero fuera de las canchas, el guardameta de 22 años, que reside en el Caserío «El Chino», se dedica a la venta de pan francés por las mañanas y luego se incorpora a sus actividades agrícolas.
La jornada de Elmer comienza a partir de las 5:00 de la mañana con la revisión de su motocicleta y el acomodamiento de los $30 de pan francés que sale a vender cada día en el Caserío «El Chino» y aledaños.
«Mi tío me da el pan, tengo una motocicleta, le he agregado unas jabas y salgo a venderlo todos los días, tengo 10 años de hacer esto y ya tengo buena clientela», comentó el jugador.
Finalizada la venta, Elmer retorna a su casa, desayuna y prepara sus herramientas para incorporarse a las actividades agrícolas junto a su padre, Elmer Edgardo Hernández, las cuales duran de 7:30 a.m. hasta las 4:00 p.m.
«Mis padres me enseñaron a trabajar en la agricultura y me dedico a la siembra de maíz, ayote y maicillo. Sembramos una manzana y yo me siento bien trabajando la tierra porque de ahí mismo sale para comer uno y a veces de la manzana que sembramos sacamos unos 25 sacos de maíz», dijo el guardameta.
Tras la ardua jornada es recibido con un abrazo y una sonrisa de su compañera de vida, Evelyn Medina, y su hijo Gustavo Marcelo, de apenas ocho meses de edad, quienes junto a sus padres son su fuente de inspiración para salir adelante.
«Me siento orgullosa y agradecida con Dios, por haberme regalado una persona especial como él. Me siento feliz que esté cumpliendo lo que a él tanto le ha gustado (jugar fútbol playa) y yo lo apoyo porque eso lo hace feliz», dijo Evelyn, de 19 años de edad.
Hernández explicó que para llevar dinero a su casa también se dedica a rozar caña de azúcar, pesca y cuido de ganado. Otra fuente de ingresos que han iniciado Elmer y Evelyn es la venta de hot-dogs en el caserío cercano, pero esta actividad no es de todos los días.
Los sábados y domingos, Elmer prepara los guantes, el uniforme de portero y se traslada a las diferentes canchas para jugar con el equipo Garita Palmera, que es semifinalista en la Liga de Fútbol Playa Copa CEL 2022. Durante la semana también realiza dos prácticas con el equipo.
Elmer disputa su primera Liga de Fútbol Playa y quiere ser finalista, pero advierte que la tarea es difícil. «El rival que nos ha tocado no es fácil, tiene buen fútbol y tiene mucho dominio de balón», dijo.
COMIENZO DEPORTIVO
La carrera deportiva de Elmer comenzó desde pequeño en fútbol 11, en los equipos del Caserío «El Chino», recuerda que jugó en la sub-17 de Ahuachapán. Su paso al fútbol playa fue mediante una invitación de su amigo Marcos Manzano.
«Desde pequeño me gustó el fútbol, primero fue fútbol 11 y yo pensaba que porque no vivo en zona costera nunca iba jugar en playa, pero nunca me imaginé esto. Ahora sé que ser portero es una gran responsabilidad y como portero tenemos que estar psicológicamente bien y el portero tiene un 70% del partido», enfatizó.
En el plano deportivo uno de sus anhelos es jugar fuera del país como lo ha hecho Frank Velásquez y Heber Ramos, entre otros, además de jugar con la selección nacional de fútbol playa.
OTROS SUEÑOS
Elmer Hernández tiene muchos otros anhelos deportivos y personales, pero por el momento uno de los que desearía cumplir y por el que trabaja es para instalar el servicio de energía eléctrica en su casa.
El guardameta ya hizo las cotizaciones respectivas para poder contar con el servicio de electricidad pero su presupuesto no alcanza.
«No tengo luz y una de mis metas es poner la luz eléctrica en la casa y una instalación sale como en $700», explicó el futbolista.
La vasta vegetación, el trino de diferentes aves y la calle empedrada le dan al Caserío “El Chino” una calma aparente que, según explica Elmer, a veces cambia de forma abrupta por las fuertes lluvias que suelen inundar el lugar.
Elmer recordó que la última inundación que obligó a los habitantes del Caserío a evacuar el lugar fue en el 2012 cuando el cauce del río La Paz y Cara Sucia se desbordó y el agua casi llegó a nivel de los techos de las viviendas.
«Es duro a veces porque uno no sabe cuándo el agua va a entrar, una vez la inundación fue a las 2:00 de la mañana y toca sacar lo más importante», recordó.
Después hubo otras inundaciones menores y este año ya sufrieron una de menor proporción por eso él y los vecinos siempre están pendientes de cada tormenta.
Al margen de todo su ambiente para Elmer Hernández esta será una semana importante en su carrera ya que disputará su primera semifinal en la Liga de Fútbol Playa y podría cumplir otra meta: ser finalista.
