Un equipo de investigadores de universidades e instituciones alemanas estudió los restos de un naufragio encontrado por autoridades portuarias locales y determinó que 150 barriles de cal viva se hundieron con la embarcación. Los restos se encontraron a casi 11 metros de profundidad en el río Trave, en el norte de Alemania. La datación de los tablones del barco reveló que la nave debió de ser construida en la mitad del siglo XVII, dijo este martes en un comunicado el Dr. Fritz Jürgens, responsable del equipo e investigador del Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica de la Universidad de Kiel.
En 2020, durante unas mediciones rutinarias del río con un sonar, los trabajadores de la autoridad local de navegación y vías navegables detectaron una anomalía en el fondo de la vía fluvial. Luego, los buzos investigaron el sitio en 2021 con el fin de descartar cualquier riesgo para la navegación, y notificaron el naufragio a la autoridad superior de protección de monumentos históricos de la ciudad hanseática de Lübeck.
Encargaron entonces al equipo de Jürgens que examinara los restos del naufragio. El centro de buceo científico de la Universidad de Kiel, y expertos de la ciudad hanseática de Lübeck y de la Universidad de Göttingen, también bucearon en las 13 inmersiones realizadas durante los ocho meses que duró el estudio.
El navío que naufragó era un buque de carga mediano de entre 20 y 25 metros de largo. La erosión y la extrema infestación por gusanos xilófagos pueden explicar por qué todo lo que queda del carguero alemán son algunas vigas de madera en muy mal estado y su cargamento de cal. La embarcación se corresponde con el tipo de barco que impulsaba el comercio en el mar Báltico en el período hanseático. «Siempre esperas un hallazgo como este, y de repente tienes uno justo delante de tus ojos», dijo Jürgens en el comunicado.
Los análisis sugieren que el barco se encalló en uno de los recodos del río y, a causa de los daños sufridos, se hundió en el punto donde lo encontraron. Según los hallazgos iniciales, el barco debió de haber estado en camino desde Escandinavia a Lübeck transportando cal viva, que era un material de construcción codiciado en ese momento para hacer mortero.
El equipo arqueológico está trabajando con la ciudad de Lübeck y otras instituciones para proteger el naufragio. Entre las consideraciones del grupo está salvar los restos del naufragio en el agua y luego preservarlos. Este tipo de hallazgo arqueológico a menudo requiere labores de extremo cuidado para su conservación debido a su extrema fragilidad.