Los propietarios de una boa constrictora común (‘Boa imperator’) ofrecieron a su ‘mascota’ dos ratas vivas para que se alimentara, pero los obstinados roedores se negaron a ser devorados y comenzaron a luchar desesperadamente por sus vidas.
Los mordiscos de las ratas dejaron varias heridas en la piel del reptil y le dejaron prácticamente sin cola. Los propietarios de la serpiente la transportaron urgentemente a una clínica veterinaria.
«El animal necesitó tratamiento quirúrgico de heridas y amputación de parte de la cola. La razón para que tuviera unas heridas tan graves fueron los mordiscos de ratas vivas. Tales mordiscos no son solo una cuestión de alimentación, sino también de la supervivencia del mismo depredador», comentaron los médicos de la clínica en la red social rusa VK.
La operación fue exitosa, al animal se le administró anestesia general por inhalación, y durante toda la operación estuvo bajo la supervisión y control del anestesiólogo y la herpetóloga, señaló la clínica.
Los expertos locales explicaron que es necesario alimentar adecuadamente a las serpientes, puesto que los «trozos de carne de res o filete de pollo no son adecuados» para una vida saludable de reptiles.
«[Las serpientes] necesitan alimentos integrales que correspondan a su dieta natural [y eso depende de la especie]. Sin embargo, incluso la forma en que se sirve este alimento afecta la salud de la mascota», sostuvieron los veterinarios.
