Los científicos del Instituto de Investigación del Suroeste (EE.UU.) realizaron una serie de novedosos experimentos y han logrado revelar la probable composición de la capa roja del satélite más grande del planeta enano Plutón, Caronte, así como el proceso de su formación, según un reciente estudio.
El color particular que tiene el satélite en uno de sus polos fue descubierto en 2015 por los científicos de New Horizons —una misión espacial no tripulada de la NASA destinada a explorar Plutón— quienes sugirieron que aquel material rojizo podría ser sintetizado por la luz ultravioleta que rompe las moléculas de metano.
Para comprobar su hipótesis, el equipo actual reprodujo de forma realista las condiciones de la superficie de Caronte en el nuevo Centro de Experimentos de Astrofísica en el Instituto de Investigación del Suroeste y modeló su delgada atmósfera.
«Nuestros hallazgos indican que los drásticos aumentos estacionales en la fina atmósfera de Caronte, así como la luz que descompone la escarcha de metano que se condensa son clave para entender los orígenes de la zona polar roja de Caronte», explicó Ujjwal Raut, autor principal del estudio. «Se trata de uno de los ejemplos más ilustrativos y contundentes de las interacciones superficie-atmósfera observadas hasta ahora en un cuerpo planetario», afirmó.
Posteriormente, los investigadores decidieron estimar la distribución de los hidrocarburos complejos que surgen de la descomposición del metano bajo la influencia de la luz ultravioleta. Como resultado, las zonas polares del modelo generaron principalmente etano, un material incoloro que no puede aportar el famoso matiz rojo. No obstante, los astrofísicos lograron explicar dicho fenómeno.
«La exposición al viento solar puede convertir el etano en depósitos superficiales rojizos persistentes que contribuyen al casquete rojo de Caronte», aclaró Raut, cuyo equipo continuará investigando el papel del viento solar en la formación del enigmático polo del satélite.