Johnny Depp ha causado un gran revuelo a su paso por Birmingham con su buen amigo Jeff Beck, a quien está acompañando durante su gira por el Reino Unido, y no ha podido poner un pie fuera de su hotel sin que cada uno de sus movimientos sea retransmitido al minuto. El pasado lunes se pudo ver al actor protegido tras unas gafas de sol y aferrándose a una taza blanca vacía mientras dos hombres lo escoltaban hasta el vehículo que le esperaba frente a la puerta de su alojamiento.
Las malas lenguas no tardaron en especular con que Deep estaba pagando las consecuencias de la noche anterior, cuando había salido a celebrar su victoria legal frente a su ex, Amber Heard, con un grupo de cerca de 20 amigos y acabó gastándose más de 50 mil libras en un popular restaurante indio de la ciudad. .
A la salida del hotel se agolpaba una horda de fans y de paparazzi que apenas dejaban un estrecho pasillo para que Johnny Deep pudiera pasar, lo cual explica que su equipo de seguridad no se anduviera con rodeos y decidiera sacarle de allí lo antes posible. Aun así, él no paró de saludar con la mano a los curiosos durante los pocos metros que le separaban del coche.
Salta a la vista que Johnny Depp está listo para regresar a la vida pública. Su antigua esposa ya ha anunciado que recurrirá la sentencia que la declaró culpable de difamarle en un artículo de 2018 y la condena a pagarle una indemnización de 15 millones de dólares, mientras él solo tendrá que darle 2 millones por ese mismo delito, que en su caso cometió a través de su abogado.
Sin embargo, no parece que la perspectiva de que se reabra su batalla legal preocupe demasiado al Deep, recordado por ser el protagonista de Piratas del Caribe, que en los últimos días ha proclamado que está listo para «seguir adelante» y pasar página.