México recibirá a Estados Unidos este jueves 24 de marzo para completar la jornada 12 del Octagonal Final, con el que buscará conseguir su pase al Mundial de Qatar 2022 y conseguir su octava clasificación consecutiva a una Copa del Mundo.
Para ello, el equipo dirigido por Gerardo Martino deberá romper dos rachas negativas contra el cuadro norteamericano. Primero las tres derrotas seguidas que acumula entre Nations League, Copa Oro y eliminatoria, pero además los 13 años que tiene el Tricolor sin derrotar a Estados Unidos en el Estadio Azteca.
Debido a que México se encuentra en tercer lugar de la clasificación y su pase al Mundial todavía está en juego, una derrota histórica contra el cuadro de las Barras y las Estrellas pondría el nombre de Miguel Herrera sobre la mesa y lo haría más fuerte que nunca para sustituir al Tata.
De acuerdo con Rafa Ramos a través de una detallada columna en ESPN, esta posibilidad ya lleva entre las posibilidades de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) desde hace varias semanas, por lo que a pesar de haber salido con buena cosecha de puntos en la última fecha FIFA, su puesto en la Selección Mexicana no está asegurada.
Perder una cuarta ocasión contra Estados Unidos, además de manera consecutiva, lo pondría “de vuelta en Argentina” y Miguel Herrera ya estaría listo para asumir el mando, pues incluso ya habría sido notificado que estuviera preparado, al grado de que le habrían pedido que guardara compostura respecto a su personalidad.
De acuerdo con estas declaraciones del contrastado comentarista de ESPN, la continuidad del Tata Martino en el Tricolor está en serio peligro y dependería del siguiente resultado contra Estados Unidos, pues aunque todavía no estaría fuera del Mundial si pierde, llegaría con la presión muy alta a los últimos dos compromisos contra Honduras y El Salvador.
Miguel Herrera como entrenador de México solamente estuvo un año y medio, en el que acumuló 19 victorias, 10 empates y siete derrotas, con una Copa Oro en su palmarés y el Mundial de Brasil 2014 dirigido.
Lamentablemente para los intereses del estratega mexicano, su estadía al frente del Tri culminó de manera precipitada por un encontronazo con Christian Martinoli, justo después de ganar una controversial Copa Oro en el 2015 que le acarreó todo tipo de críticas a su persona y hacia el fútbol de su selección.
Por esta razón, una de los principales peticiones de la FMF sería controlar el temperamento del Piojo, pues se consagrado como uno de los entrenadores más pasionales del fútbol mexicano y uno de los más impulsivos.