Una mujer de 70 años que acostumbra a comprar todo tipo de artículos en mercadillos había estado limpiando su casa en Northumberland (Inglaterra, Reino Unido) cuando se encontró con una piedra preciosa del tamaño de una moneda de una libra esterlina (2,3 centímetros).
Creyendo que era una baratija, la mujer a punto estuvo de tirarla a la basura, aunque finalmente decidió llevar la bolsa de joyas a una casa de subastas de la ciudad, donde uno de los miembros del equipo sugirió «de casualidad» examinar la joya que, esperaban que fuera una imitación.
La ‘baratija’ que resultó ser un diamante de 34 quilates valorado en aproximadamente 2,7 millones de dólares fue enviada a Amberes, donde fue certificado por Diamond Grading Laboratory.
La pieza, etiquetada como ‘Piedra secreta’ debido a la historia de descubrimiento, será subastada el próximo 30 de noviembre por la casa Featonby en Londres.