El director de gira de los Rolling Stones, Mick Brigden, murió a los 73 años tras un accidente cavando una tumba para el perro de la familia. Según reveló su esposa Julia, mientras Brigden estaba cavando, algo sucedió y el agujero se derrumbó sobre él. Aseguró que se trató de un extraño accidente y que murió inmediatamente.
Julia, además, contó que un vecino vio todo el episodio y rápidamente llamó al 911. Los paramédicos llegaron, pero ya era demasiado tarde. No pudieron salvar a Mick.
El extraño episodio ocurrió el pasado 5 de septiembre, pero la familia lo difundió recién este fin de semana. Así lo confirmó en su página web el guitarrista Joe Satriani, que también solía trabajar con Bridgen: “Con tremenda tristeza confirmamos el fallecimiento del artista manager y ex protegido de Bill Graham, Mick Bridgen, el 5 de septiembre”.
El manager de la gira de los Rolling Stones colaboró también con grandes talentos como Bob Dylan, Mountain, Peter Frampton, Humble Pie, Van Morrison y Carlos Santana.
“Han sido 33 años locos y maravillosos de rock ‘n’ roll. Nunca trabajé tan duro, toqué tan duro, reí y lloré tanto, hice tanta música y tuve tantas aventuras en todo el mundo, y todas con Mick a mi lado. Fue el mejor mentor del negocio de la música. Honesto, duro, cariñoso, trabajador, respetuoso, tenaz, perspicaz, era todas esas cosas y más. Aprendí mucho sobre cómo ser una buena persona de Mick”, escribió Striani.
“Era muy organizado. Por eso era tan bueno en su trabajo”, confirmó su esposa aún conmocionada.
Este apasionado de la música nació en 1947 en Southend-on-Sea, Inglaterra, pero se mudó a Canadá a los 10 años y se estableció en Toronto. Más tarde vivió en Nueva York, donde conoció a Felix Pappalardi de la banda de rock Mountain y se convirtió en su manager de gira. Allí su carrera despegó.
Conoció al legendario promotor de conciertos Bill Graham en un concierto en 1969 y rápidamente comenzó a trabajar para él y desempeñó un papel en la promoción de artistas como Jefferson Airplane y Grateful Dead antes de forjar su propia compañía en 1976.
El fallecimiento de Brigden es otro golpe para los Rolling Stones, tras la muerte del baterista Charlie Watts, el 24 de agosto pasado a los 80 años.
Watts, unido a las “satánicas majestades” desde 1963, murió en una clínica de Londres, donde a principios de este mes había sido sometido a una operación, de la que la familia no aportó detalles, y se vio obligado a cancelar su participación en la gira de los Stones en EE.UU.
Callado, amable y amante de los trajes a medida, Watts deja un gran vacío en la banda, que está a punto de reanudar la gira que habían suspendido el año pasado a causa de la pandemia.
The Rolling Stones tiene previsto salir de gira en unos días cuando den comienzo al “No Filter Tour”, el 26 de septiembre en St. Louis, Missouri.