El FC Barcelona se prepara para debutar en una de las temporadas más difíciles de la última década. Éste domingo, el conjunto azulgrana dará inicio a su camino por el campeonato local frente a la Real Sociedad con la ausencia de su máximo ídolo histórico.
Sin dudas que la partida del argentino se hará sentir en el Camp Nou, tanto dentro como fuera del campo. El equipo azulgrana se quedó sin su mejor jugador, sin su referente, su capitán y sin el portador de la camiseta número 10.
Comúnmente en el fútbol mundial éste dorsal suele representar al emblema, al jugador franquicia, al faro. Hoy, desde que se instauró la regla de los números fijos y personalizados en España, ningún jugador se enfundará esa camiseta.
Lionel Messi dejó la número 10 sin un heredero. Un dorsal histórico para la institución azulgrana que vistieron nombres como Diego Armando Maradona, Ronaldinho, Riquelme o Rivaldo, éste año, o por lo menos durante la primera mitad (hasta el próximo período de transferencias) no tendrá dueño.
Ningún jugador de la actual plantilla se atrevió a tomarlo, ni la dirigencia a designarlo. A diferencia de la NBA, la normativa de La Liga impide que se quite de circulación dicha camiseta, por lo que el club deberá buscar un sustituto que esté a la altura de las circunstancias.
Si bien los dorsales comenzaron a utilizarse en España desde el final de la década del 40, no fue hasta 1995 cuando se establecieron como personalizados, es decir que por ese entonces un mismo futbolista podía vestir un partido el nueve, otro el ocho y otro el once. El mítico Ladislao Kubala fue uno de los que se calzó la diez en alguna ocasión.
A través de la historia, el FC Barcelona supo encontrar un digno heredero para cada ocasión. A partir de la creación de los dorsales fijos, la número 10 nunca había quedado vacante, pasando de mano en mano por siete jugadores distintos.
El primero fue Ángel Cuellar en la temporada 1995-96, posteriormente Giovanni Silva tomó su relevo (1996-1999), Litmanen la utilizó entre 1999 y 2000, luego los brasileños Rivaldo (2000-2002) y Ronaldinho (2003-2008) llevaron con honores el dorsal, hasta que finalmente Lionel Messi se adueñó de ella (2008-2021).
El período de transferencias aun no ha llegado a su fin, pero todo parece indicar que el FC Barcelona ya ha hecho sus movimientos y no será capaz de contratar un futbolista que pueda continuar con éste legado.
De cara al primer partido de la temporada con la Real Sociedad, el club reveló los números que portarán sus jugadores del primer equipo. Pese a la incorporación de Sergio Agüero y Memphis Depay, el histórico dorsal todavía continúa vacante y así será por lo menos hasta el inicio de la próxima ventana de fichajes.
Sin embargo la historia continúa y ahora, prácticamente a contrarreloj, la institución deberá trabajar más que nunca para volver a darle al plantel un guía en la zona ofensiva, un referente, un representante que pueda estar a la altura de dicho compromiso, un sinónimo de fútbol: un 10.