Para cumplir con una de sus principales promesas de Gobierno, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, encomendó a su vicepresidenta el liderazgo de los asuntos en materia de inmigración. Desde su designación, la labor de Kamala Harris se ha centrado en atender las causas del éxodo desde los países de Centroamérica y para eso visitó Guatemala y México a principios de junio. Pero hasta ahora, no ha viajado a la zona de tensión: la frontera sur.
La oficina de la vicepresidenta confirmó que el viaje se hará. La segunda al mando llegará a El Paso, Texas, este viernes 25 de junio, acompañada del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Una demora por la que los republicanos critican a Harris, quien se defiende argumentando que su trabajo se centra en causas y no en consecuencias.
Sin embargo, era un viaje más que esperado. Y es que ni la vicepresidenta ni su equipo tuvieron respuestas para la prensa durante la gira de Harris por México y Guatemala, cuando se les consultó sobre por qué la frontera no había sido incluida en el viaje.
La visita llegará además solo días antes de que el expresidente Donald Trump viaje a la frontera el 30 de junio, en compañía del gobernador de Texas, Greg Abbott y otros legisladores republicanos.
Fiel a su estilo, el expresidente no desaprovechó y se adjudicó parte del motivo de la visita. «Después de meses de ignorar la crisis en la frontera sur, es genial que logremos que Kamala Harris finalmente vaya y vea la tremenda destrucción y muerte que han creado, un resultado directo de que Biden pusiera fin a mis duras pero justas políticas fronterizas», dijo el expresidente en un comunicado y agregó “¡Ella nunca habría ido!”.
En respuesta, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, negó que ambos viajes tuvieran relación y argumentó que este es el “momento adecuado” para la visita.
Seis meses de la política migratoria de Joe Biden
Durante los primeros días del Gobierno demócrata, el presidente Joe Biden firmó una serie de órdenes ejecutivas con las que buscó revertir las políticas migratorias impuestas por la pasada administración republicana, reunir a las familias separadas, detener la construcción del muro fronterizo y revisar el procesamiento de las solicitudes de asilo. Además, presentó una propuesta de Reforma Migratoria al Congreso. Sin embargo, contener la migración ha sido todo un reto.
Su llegada a la Presidencia tuvo un “efecto llamada” y cada vez fueron más las personas que transitaron hacia la frontera con la intención de cruzar al norte. Y ni qué decir de los que ya esperaban un turno en las ciudades fronterizas mexicanas para que sus solicitudes de asilo fueran revisadas.
Si bien Biden canceló el programa “Quédate en México”, abrió las fronteras para los peticionarios de refugio con procesos pendientes y consiguió impulsar recursos humanitarios hacia la frontera.
Por otro lado, mantuvo en vigor una política fronteriza conocida como Título 42. Una medida implementada por la administración Trump que prohíbe la entrada al país a los extranjeros, migrantes o solicitantes de asilo que pretendan hacerlo vía terrestre. El Título 42 permite el cierre de las fronteras para limitar la propagación del Covid-19.
Bajo dicha política fronteriza, el Gobierno Biden expulsó en solo cinco meses a más de 400.000 migrantes que fueron detenidos en la frontera o cerca, entre los que se encontraban familias completas. La administración demócrata insiste en que la orden continúa siendo necesaria para contener el virus, a pesar de que expertos en salud pública insisten en que el procesamiento de los migrantes puede hacerse de forma segura.
Casi 3.300 abusos reportados contra migrantes varados en México
Desde enero, al menos 3.250 ataques se han reportado contra migrantes que esperan en el lado mexicano de la frontera con Estados Unidos.
La organización Human Rights First, documentó secuestros, violaciones, casos de trata de personas y asaltos armados, contra los solicitantes de asilo y migrantes expulsados o bloqueados en México desde que asumió el presidente Joe Biden, el pasado enero.
Mientras tanto el éxodo continúa. Solo en mayo, se reportaron más de 180.000 intentos de cruces ilegales por la frontera México – Estados Unidos, el mayor dato registrado en casi dos décadas, según informó la Patrulla Fronteriza.
Y el avance por Centroamérica hacia el norte no se detiene. Honduras informó que en lo corrido de 2021, detuvo a más de 6.300 migrantes en ruta.
Trump tenia bien controlada la frontera, pero hoy HASTA LOS CUBANOS estan mandando Balseros en gran cantidad