En medio de la emergencia que viven países de Centroamérica, como Costa Rica, frente a un rebrote de casos de COVID-19, el Ministerio de Salud de Nicaragua reconoció por segunda semana consecutiva un leve incremento en los contagios del nuevo coronavirus. La cifra reciente superó el promedio de 49 casos semanales que han sido reportados desde finales de noviembre de 2020.
Según el informe, entre el 21 y el 27 de abril se identificaron 63 contagios positivos, seis casos más que la semana anterior y 12 más que los reportados a principios de este mes.
Sin embargo, las autoridades no han alertado de que se trate de un rebrote ni informado si en el país ya existe una presencia de variantes del COVID-19, mientras que el monitoreo del Observatorio Ciudadano duplica la cantidad de casos admitidos.
Según datos recogidos de forma independiente, entre el primero y el 27 de abril se identificaron 453 infecciones y 33 muertes de personas con síntomas de COVID -19 y expertos como el epidemiólogo Álvaro Ramírez advierten sobre un escenario peor al registrado durante los inicios de la pandemia en 2020.
“El impacto esta vez va a ser mucho mayor por varias razones: primero hay mayor circulación comunitaria del virus, segundo, hay muchas diferentes cepas que pueden ya estar circulando en Nicaragua, y tercero, ha habido excesiva cantidad de actividades de aglomeración, incluyendo procesiones y las fiestas de Semana Santa», dijo Ramírez
Esta semana, autoridades de varios centros educativos en Nicaragua alertaron además sobre el incremento de casos sospechosos de COVID-19 dentro de sus comunidades educativas.
La Escuela Enrique de Ossó y La Escuela Normal María Mazarello, ambas en Managua, decidieron suspender las clases presenciales de forma temporal ante el incremento de casos, y la Universidad Politécnica de Nicaragua orientó el reforzamiento de las medidas de prevención en sus recintos.
Los centros escolares no dieron cifras sobre el número de casos sospechosos que se registran. Sin embargo, los especialistas médicos insisten en un rebrote del nuevo coronavirus ante el relajamiento de medidas en la población.
El salubrista Carlos Hernández, del Comité Científico Multidisciplinario, comentó a la VOA que «los colegios y las universidades que han cerrado clases presenciales es porque han detectado dos, tres, cuatro o más casos».
“Eso llega y los alarma y al no tener una política muy clara en lo general sobre cómo abordar la epidemia, ellos deciden de manera autónoma minimizar los riesgos en la comunidad educativa. Eso tiene fundamento”, agregó.
La epidemióloga Soila Castro sostiene que la población nicaragüenses está ignorando las recomendaciones para prevenir el virus.
“La universidad no es donde se tiene que captar la enfermedad o el virus. Recordemos que eso lo podemos captar en la casa y llevarlo a la universidad, entonces, en la familia es donde primero se tienen que tomar las medidas preventivas. No lo estamos haciendo. Estamos celebrando bodas, estamos celebrando actividades religiosas, los cultos de las iglesias evangélicas se están dando, los católicos nos estamos reuniendo», señaló.
Incluso la vicepresidenta y vocera estatal, Rosario Murillo, hizo varios llamados a mantener las medidas de protección como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado constante de las manos.
“Tenemos que seguir practicando lo que nosotros llamamos distancia fraternal, realizando nuestras actividades al aire libre y tomando todas las precauciones durante este fin de semana largo, para pasear, disfrutar, trabajar, con precaución, con responsabilidad, con medidas, al aire libre lo más que podamos, y con distancia”.
Según el Ministerio de Salud, desde el 18 de marzo de 2020 al 27 de abril de 2021 en Nicaragua se han contagiado 6.898 personas, de las cuales 5.253 se recuperaron, 1.463 siguen activas y 182 fallecieron.
Por otra parte, el Observatorio Ciudadano reporta 13.806 contagios sospechosos y 3.055 muertes, que podrían ser más de 9.000 si se cuenta un exceso de mortalidad que hubo en 2020 que solo puede ser explicable por la llegada de la pandemia.