Es Ecuador y es Perú. De momento, porque habrá más elecciones en nuestro continente. De presidentes, de congresistas, alcaldes y concejales. Y habrá giros a la izquierda y a la derecha. Porque los que eligen se cansan de promesas que nunca se cumplen. Y quieren cambiar de partido, de plataforma, incluso de promesas.
Y no nos olvidemos: también los electores se aburren de la corrupción que parece ser una carta de presentación de una gran cantidad de políticos que son elegidos en distintos puestos.
Mientras tanto, los países se consumen en necesidades, los pobres aumentan en números increíbles, los enfermos se agolpan en hospitales y clínicas que nunca tienen tiempo para atenderles.
Menos ahora, con una pandemia que se lanzó con furia contra los seres humanos. Ningún gobierno en el mundo estuvo preparado para la invasión viral. Y la consecuencia se muestra en los números de camas que faltan, de los enfermeros y médicos que no dan abasto y que también se infectan y se mueren.
Y los que nos gobiernan se preocupan más de su propia seguridad, de sus altos salarios que siempre aumentan y de su próxima elección. Porque la idea del servicio público (que es la esencia ética de un político) está alejada de la conciencia de los políticos de todos los partidos existentes y de los que se crean todos los días.
Con razón dice un texto antiguo, el segundo Salmo, para ser exactos: “¿Por qué se rebelan contra Dios las naciones y los pueblos? ¿Por qué estudian la manera de luchar contra él y contra su rey? ¡Inútiles son los planes de los reyes de este mundo!¡Quieren acabar con su poder! ¡Quieren librarse de su dominio!”
Puede haber giros a la derecha o a la izquierda en los resultados de las elecciones. Pero puede –también- haber un hastío, un cansancio en los electores que a pesar de la pandemia quieran salir a la calle a protestar, a rebelarse contra la incapacidad de políticos y dirigentes que no velan por el pueblo porque sus conciencias parecen estar adormecidas. Quiera la Divinidad despertar esas conciencias de una vez y quiera el Ser Supremo tener misericordia de todos nosotros.
Amen…Maistro…Que Dios lo salve de tanta maldad de este mundo..Jejejejejejejejejee…