Un equipo de investigadores del Instituto de Conservación del Museo Smithsonian en Suitland, Maryland ha llevado a cabo un interesante estudio en aras de contribuir a combatir el virus SARS-CoV-2, que causa el covid 19.
Algunas mascarillas filtran las partículas mejor que otras y qué mejor que estudiar las telas con un aumento muy alto para determinar cómo de eficaces son en este cometido pues, a medida que los científicos continúan demostrando cuán efectivas pueden ser las mascarillas para frenar la propagación del nuevo coronavirus, particularmente cuando se ajustan bien y se usan correctamente, resulta más importante conocer sobre ellas. Hoy nos centramos en un enfoque microscópico.
«Incrustadas en texturas a microescala hay pistas de por qué los materiales tienen varias propiedades. Desentrañar esa evidencia resulta ser un trabajo divertido», explicó Edward Vicenzi, experto en microanálisis y coautor del trabajo.
Utilizando un microscopio electrónico de barrido, los científicos examinaron docenas de materiales, incluidos filtros de café, fundas de almohada, mascarillas quirúrgicas y mascarillas KN 95. En 2020, el equipo descubrió que las máscaras respiratorias KN 95 son las más efectivas para brindar protección contra aerosoles como aquellos en los que viaja el SARS-CoV-2. Y que las telas sintéticas, como la gasa o el rayón, no atrapan tantas partículas como las franelas de algodón de tejido apretado.
¿Por qué motivo?
La naturaleza aleatoria de las fibras de algodón, con sus torceduras, dobleces y pliegues, probablemente permite que el algodón atrape más partículas a nanoescala que otras telas, dicen los expertos. Por el contrario, las telas de poliéster tienen fibras muy organizadas, en su mayoría rectas y lisas, lo que las hace menos eficaces como mascarillas faciales.
A través de su trabajo, los investigadores han explorado el mundo invisible de los materiales para determinar cuál es la mejor opción.