Unos 4.000 peces y 300 tortugas marinas aparecieron muertos por un alga que se origina en el lago Okeechobee y llega a las playas del sudoeste y el noreste de la península de la Florida. Es la peor marea roja desde 2006.
Las playas hermosas al sudoeste de la península están perdiendo su atractivo: una proliferación de algas tóxicas las llena de vida silvestre que agoniza y muere. La multiplicación descontrolada de la Karenia brevis (que también afecta las costas del este a la altura del lago Okeechobee) ha enviado a consultorios médicos y salas de emergencia a 15 personas en el último fin de semana de julio.
Miles de peces, unas 300 tortugas marinas, que son especie protegida, y una cantidad no determinada de manatíes se encuentran entre las víctimas de la marea roja, como se conoce al fenómeno, que no es infrecuente pero que lleva ya nueve meses, el período más largo desde 2006 en esta zona de los Estados Unidos. El alga microscópica se expande casi exclusivamente en el Golfo de México, pero también en el Atlántico hasta estados tan al norte como Delaware.
Las olas y la brisa marina llevan las toxinas al aire, donde se difunden y causan problemas respiratorios en las personas. Quince personas que se atendieron en el Sistema Médico del condado de Martin entre el sábado 28 y el martes 31 de julio mostraron los síntomas habituales del contacto con la Karenia brevis, informó TCPalm.com
Además de los problemas respiratorios, la toxina microcistina de estos organismos puede causar náuseas, vómitos, sarpullidos y alergias. Si se consume en el agua, en el largo plazo afecta las funciones del hígado. Se sospecha que tienen relación con enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral amiotrófica, el mal de Alzheimer y el síndrome de Lou Gehrig.