La primera cría nacida en los últimos tres años de las orcas que pasan un tiempo en el Pacífico noroeste murió el pasado martes 24 de julio, lo que representa otra señal preocupante para una población que ya se encuentra en su nivel más bajo en más de tres décadas.
Se observó que una orca muerta era llevada a la superficie por su madre aproximadamente media hora después de que se había visto que estaba viva, dijo Ken Balcomb, científico del Centro de Investigación de Ballenas en la Isla de San Juan, en el estado de Washington, el cual rastrea individualmente a las ballenas.
La madre fue captada mientras empujaba a su recién nacido con la frente y trataba de mantenerlo cerca de la superficie del mar frente a la costa de Victoria, en la Columbia Británica, así indicó Balcomb.
«La cría acababa de nacer; ni siquiera tenía grasa. No dejaba de hundirse y la madre la levantaba hasta la superficie», dijo Balcomb el miércoles.
Las orcas fueron enlistadas como especies en peligro de extinción en Estados Unidos y Canadá hace más de una década. No están consiguiendo suficiente salmón Chinook, el cual es parte fundamental de su dieta. También son afectadas por la contaminación, el ruido y la actividad naval.
Las hembras de orca han tenido problemas de embarazo debido al estrés nutricional que sufren relacionado con la falta de salmón. Un estudio de la Universidad de Washington y otros investigadores difundido el año pasado encontró que dos tercios de los embarazos de las orcas no llegaron a su término entre 2007 y 2014.
«Se espera que cada año nazcan algunas crías. El hecho de que no hayamos visto ninguna en varios años y que tengamos un fracaso reproductivo es evidencia de que tenemos un grave problema con la viabilidad de la población», dijo Brad Hanson, biólogo del Centro de Ciencia Pesquera del Noroeste, en Seattle.
