Christine Assange, quien vive en Australia, agradeció en su cuenta Twitter a la jueza británica Vanessa Baraister por denegar el lunes la extradición de su hijo a EE. UU, por presuntos delitos de espionaje e intromisión informática, con base a los temores de que cometa suicidio durante el proceso en el país norteamericano.
Christine Assange también expresó que espera que «Estados Unidos acepte el fallo y desista de apelar y pidió a los simpatizantes de su hijo a que se centren en que el australiano de 49 años vuelva a casa, a pesar de que «la brutal persecución contra Julian en la última década es indefendible».
La jueza Baraister -quien descartó los alegatos de la defensa que consideran que el pedido de extradición tiene motivaciones políticas y que el periodista digital no tendría un juicio justo en EE.UU.-debe decidir el miércoles si le concede la libertad provisional.
Pero esto no pone fin a la batalla legal contra su extradición, que podría durar varios años, dado que la Fiscalía británica, en representación de la Administración de EEUU, ya ha indicado que recurrirá el veredicto ante el Tribunal Superior de Londres dentro del plazo previsto de catorce días.