La salud física y emocional de los niños puede mejorar si cuentan con un perro con el cual caminar y jugar regularmente, según un estudio realizado por el Instituto Telethon Kids de Australia.
La profesora asociada Hayley Christian y su equipo ya habían demostrado anteriormente que las mascotas pueden ayudar a los niños en edad preescolar, especialmente a los que no tienen hermanos, a prevenir o superar problemas sociales y emocionales.
El reciente estudio, publicado en la revista Pediatric Research, evidenció que los niños de entre 2 y 5 años que tienen perros con los que juegan regularmente, presentan menos probabilidades de comportarse mal y están más adaptados para la interacción social, en comparación con aquellos que no los tienen.
«Estamos aprendiendo cada vez más que la tenencia de mascotas en las familias puede tener fantásticos beneficios para el desarrollo físico y social de los niños», dijo la profesora Hayley Christian. «Por ejemplo, observamos que los niños que jugaban con su perro un mínimo de tres veces por semana, o que caminaban con él al menos una vez por semana, tenían un mejor desarrollo socio-emocional».
Los investigadores encuestaron a 1.646 padres con niños en edad preescolar para determinar si en la familia tenían un perro y con qué frecuencia el hijo salía a pasear o jugaba activamente con él. Además, los participantes rellenaron un cuestionario utilizado para medir el desarrollo social y emocional de los chiquillos.
Según los resultados del estudio, los niños de hogares con perros presentaban entre 30 y 40 % menos probabilidades de tener problemas de conducta o dificultades con sus compañeros, así como un 23 % menos de dificultades totales y un 34 % más de probabilidades de desarrollar conductas pro-sociales que los niños sin perro.