Lejos de su mejor versión, pero con paso firme. Eso es la Juventus de Turín a día de hoy y lo volvió a demostrar ayer de nuevo frente al Lecce, al que ganó cosechando su primera goleada tras el confinamiento (4-0) en un partido marcado por la expulsión. La presión, ahora, para la Lazio, segunda y que juega mañana contra la Fiorentina.
Lejos de su mejor versión, pero con paso firme. Eso es la Juventus de Turín a día de hoy y lo volvió a demostrar ayer de nuevo frente al Lecce, al que ganó cosechando su primera goleada tras el confinamiento (4-0) en un partido marcado por la expulsión. La presión, ahora, para la Lazio, segunda y que juega mañana contra la Fiorentina.
Cristiano Ronaldo y Paulo Dybala desencallaron un partido en el que los de Maurizio Sarri entraron al trantran y en el que se vieron ganadores desde la roja. No hizo falta ni exprimir demasiado ritmo al balón, ni tampoco que brillaran las individualidades. Incluso marcó Higuaín, suplente y de vuelta tras la lesión. Es más, en los primeros minutos incluso advirtió el Lecce, con algún contragolpe que amenazó el marco defendido por Szczesny, aunque solo un tiro encontró portería. Fue en el 31’, no obstante, cuando un terrible error de Lucioni, que perdió el balón y derribó a Bentancur, le costó la roja al central. Ahí se acabó todo.
Con Cristiano poco participativo y algo fallón, tuvo una de cabeza clarísima antes del descanso, la genialidad la tuvo que poner de nuevo Dybala, con un disparo por toda la escuadra para romper el empate (53’). El partido se puso cuesta abajo para una Juventus algo ramplona, favorecida por la superioridad. El Lecce, encima, le regaló un penalti a Cristiano, que esta vez no perdonó, potente por el centro (62’).
Con todo más que decidido, Sarri decidió que Higuaín empezara a coger ritmo y este respondió haciendo el tercero, asistido por un generoso Cristiano Ronaldo. (83’). Incluso De Ligt se sumó a la fiesta a costa del Lecce, que se dejó ir, haciendo el cuarto de cabeza (86’)
