Desde Quito, Ecuador, el profesor Eduardo Lara recordó su paso por El Salvador. Nostálgico, inspirador y emocionado, se dirigió a El Nacional y se prestó a una plática muy futbolera por medio de redes sociales.
En su último juego, dijo, fue victoria de 1-0 sobre Nicaragua en los Centroamericanos de Managua del 2017 con la que ganaron la medalla de bronce y el boleto a los Centroamericanos y el Caribe de Barranquilla 2018. «Fue el último partido, en Managua. La medalla de bronce también nos llevo un correo que ya no íbamos a seguir. Y eso que no nos permitieron llevar varios jugadores» expresó Lara.
También habló del proceso de formación de los jóvenes y del manejo del camerino. «En esa etapa, la mayoría de esos jugadores probablemente no llegue a ser jugador profesional, entonces hay que enseñarle a ser personas. Porque jugadores de élite no van a ser, pero personas tienen que ser toda la vida. Por eso insistimos en el tema de la formación. En cuanto a lo futbolístico, en esa etapa hay que dejarlos que jueguen. Lastimosamente muchos técnicos de estas categorías le cortan esa parte de diversión y les ponen obligaciones tácticas».
Otro momento de la plática pasó por su experiencia en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, donde acompañó a la selección Sub-17 pero también fue a alentar a otros salvadoreños en varias disciplinas. «Me recuerdo mucho de Uriel Canjura (bádminton), ese ‘chiquitín’ que saltaba tan alto y defendía muy bien».
En la conversación también recorrió el fútbol internacional, especialmente con los nombres de jugadores que Lara formó y dirigió: desde James Rodríguez a Freddy Guarín, de Radamel Falcao a Juan Pablo Pino. Y hasta volvió a reconocer, ante la insistencia de Eduardo Palomo, que «El Salvador tiene el mejor café del mundo».
Tampoco ahorró elogios para la selección salvadoreña. «Tiene una riqueza técnica envidiable, cuando tuve la opción de dirigir en Panamá, en una reunión con los directivos yo les dije que para mí la selección más rica técnicamente en toda Centroamérica era la salvadoreña». Además agregó: «La selección de El Salvador que entrené fue un grupo que en poco tiempo los aprendimos a querer, compartimos mucho con ellos, sabíamos cuál era la forma de tratarlos, saberlos llevar, entenderles muchas cosas». Quizás por eso, cuando tuvo que irse reconoce que se le escaparon unas lágrimas. «Sí, fue así, es que a uno le duele porque se había ganado el cariño de jugadores y de la gente».
A pesar de todo, se fue sin rencores. «No tengo quejas de nadie a pesar de que me tocó salir, ni con Jorge Rajo y mucho menos con Hugo Carrillo. Con nosotros se portaron bien. Queríamos darle mucho más, pero por la parte económica se hizo difícil para ellos. Esperamos poder regresar».
En ese sentido, admite que en los últimos dos años recibió varios llamados. «Una vez me llamó el presidente de Santa Tecla, otra vez el de FAS. Hace poco me llamó Alejandro González, el vicepresidente del Águila, pero los números que me ofreció no daban… Siempre hay lazos con el país. Algún día voy a volver a El Salvador donde tengo buenos recuerdos».
Por: Saraí Turcios
Con todo respeto profesor. La
Medalla de bronce en Nicaragua la compartieron con ese mismo país, ya que suspendieron el juego debido a la lluvia y no quería arruinar la cancha porque ahí se celebraría la clausura. Así que esa medalla no vale. ☺️
Don Eduardo acostumbrado a formar jóvenes, incluso de talla mundial. Dolió que se fuera, porque es junto a Albert Roca, los que demostraron resultados que ilusionaba Me quedo con Don Eduardo.