El agua de los canales de Venecia se ha vuelto casi cristalina a raíz de la cuarentena que las autoridades de Italia establecieron para impedir la propagación del nuevo coronavirus.
Asimismo, esta ciudad que suele estar llena turistas ofrece una imagen muy distinta menos de dos semanas después de que entró en vigor esta medida.
La reducción del número de embarcaciones también permite observar peces y otros animales en la corriente.
Por su parte, las personas que viven en ese país europeo deben quedarse en sus hogares y quienes violan esa regla se arriesgan a recibir graves multas.
«Increíbles imágenes del río dei Ferali, detrás de la Plaza de San Marcos, que generalmente son turbias. La naturaleza recupera sus espacios», escribió un usuario de redes sociales al compartir documentos gráficos del lugar.
Al parecer, los residuos y sedimentos acumulados que suelen flotar por el movimiento del agua se han asentado en el fondo de los canales.
El nuevo aspecto del agua de sus canales no ha sido el único cambio positivo de Venecia en este periodo de cuarentena: un video compartido por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) mostró que el norte de Italia, epicentro del brote de covid-19 en ese país, se produjo una disminución significativa en los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas nocivo que emiten automóviles e instalaciones industriales.