Autoridades sanitarias de la provincia China de Hubei reportaron este martes (hora local) 93 nuevas muertes como consecuencia del Covid-19 -conocido popularmente como coronavirus-, llevando de esta manera la cantidad total de decesos por encima de 1.800. Además confirmaron 1.807 casos positivos, lo que implica que el total supera los 72.000. Ambas cifras son menores a las informadas al balance anterior, de 100 y 1.933, respectivamente.
El número de nuevos casos en la provincia ha ido disminuyendo desde el gran aumento de la semana pasada, cuando las autoridades cambiaron sus criterios de recuento de casos para incluir a las personas diagnosticadas por imágenes de los pulmones. También se ha desacelerado la cantidad por fuera del epicentro del brote, algo que un portavoz de la autoridad sanitaria nacional de China aseguró significaba que el brote estaba siendo controlado.
Sin embargo, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido que es “imposible predecir qué dirección tomará esta epidemia”. Aunque la gran mayoría de los casos se han registrado en China, otros tienen lugar en otros países del sudeste asiático, Europa y América. Cinco personas han muerto fuera del país, todas en distintos territorios: han tenido lugar en Hong Kong, Francia, Filipinas, Japón y Taiwán.
El segundo foco de contagios, no obstante, no es un estado. Es el crucero “Diamond Princess”, que se encuentra atracado en el puerto de Yohokama -en Japón- desde el 5 de febrero: cuenta con 454 positivos a bordo y confirmó los últimos 99 casos el lunes pese a haber impuesto un período de cuarentena de 14 días. Debido al alarmante aumento de infecciones a bordo, muchos países han comenzado a evacuar antes a sus ciudadanos.
Estados Unidos fue el primer en hacerlo el sábado, cuando recomendó a sus ciudadanos a bordo abandonar el barco y volar de vuelta al país. La madrugada del lunes los más de 300 estadounidenses salieron del barco en grupos, pasando por un control de pasaportes improvisado, aunque no se sometieron a controles de salud. El contingente arribó en tandas a lo largo del domingo y el lunes y permanecerá en cuarentena durante al menos dos semanas.
Ahora Australia, Canadá, Italia y Hong Kong anunciaron que harán lo mismo con sus ciudadanos. En el territorio japonés, en tanto, se han detectado hasta el momento 65 casos, y las autoridades advirtieron que el brote está entrando en una “nueva fase”, por lo que advirtieron a la población que evite las grandes concentraciones de personas.
La celebración pública del cumpleaños del emperador, que iba a tener lugar el próximo domingo, fue cancelada y es posible que las autoridades suspendan también la competencia amateur dentro de la maratón de Tokio programada para el 1 de marzo.
China, en tanto, continúa incrementando la magnitud de sus medidas de seguridad en Hubei y el resto del territorio. En Beijing, las autoridades municipales ordenaron que los ciudadanos que lleguen a la ciudad se autoimpongan una cuarentena de 14 días. Y existe la posibilidad de que el Partido Comunista posponga su sesión parlamentaria anual, que durante los últimos 35 años ha tenido lugar en maro.
En cuanto a la provincia de Hubei, se ha anunciado la prohibición total de los desplazamientos con vehículos, con excepción de los vehículos de emergencia. Además se ha ordenado el cierre de todos los lugares públicos no esenciales, según una circular emitida por el Gobierno provincial y recogida por la agencia de noticias oficial, Xinhua.
Así, unas 60 millones de personas deberán permanecer aisladas en sus hogares excepto por causas de fuerza mayor. Además una persona de cada hogar tendrá autorización para salir una vez cada tres días para comprar alimentos y productos esenciales.