El rector de la catedral de Notre Dame (París, Francia), monseñor Patrick Chauvet, estima que hay «un 50 % de probabilidades» de que su estructura no se pueda salvar por completo debido a que los andamios que se instalaron antes del incendio que ese templo sufrió el pasado abril podrían caer sobre las bóvedas, informa AP.
Este religioso manifestó que «el edificio todavía es muy frágil» y expresó su «dolor» porque en ese monumento gótico no se pudo celebrar la misa del gallo por primera vez desde la Revolución francesa.
Los trabajos en esa catedral parisina de 850 años tratan de paliar el daño que provocaron las llamas en el armazón del techo y su aguja central y tienen en cuenta que las bóvedas resultan cruciales para mantener en pie la enorme estructura de piedra.
Proceso de restauración
Alrededor de 50.000 tubos formaban andamios que cruzaban la parte posterior del edificio cuando se produjo el desastre y algunos quedaron deteriorados, así que retirar esas piezas sin afectar al resto de la estructura es una de las tareas más complejas.
«Necesitamos quitar por completo los andamios para que el edificio sea seguro, por lo que probablemente en 2021 comenzaremos la restauración de la catedral» para poder «evaluar el estado» del inmueble y decidir «la cantidad de piedras que se eliminarán y reemplazarán», detalló Chauvet.
Se estima que en tres años Notre Dame sea lo suficientemente segura como para permitir la entrada de personas, pero los trabajados para terminar su restauración tomarán más tiempo: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su deseo de que estén concluidos cuando París acoja los Juegos Olímpicos de 2024.