La fotógrafa rusa Svetlana Kazina logró captar con su cámara un fenómeno óptico natural único, las nubes del arco iris. Kazina, que dejó su vida en una gran ciudad para trasladarse a un área remota en la república rusa de Altái, fotografió las nubes temprano en la mañana alrededor de la cumbre más alta del macizo homónimo: el monte Beluja.
Las nubes parecen estar formadas por varios colores espectrales que se dispersan gradualmente por el aire. Ese fenómeno, conocido también como irisización, tiene una justificación científica. Generalmente se pueden ver en el cielo en otoño o invierno en las inmediaciones del Sol o la Luna. Se debe a la presencia en las nubes de pequeñas gotas de agua o pequeños cristales de hielo que dispersan la luz de esta manera.
«Las nubes en mis fotos son tan delgadas que se asemejan más a un encaje que a nubes normales. La fuerza del viento a esta altitud era alta y el patrón de tejido de nubes cambiaba cada segundo», explicó la fotógrafa en Instagram, y compara las nubes con «burbujas de jabón gigantes» y «una medusa opalina».
Su cuenta en la red social tiene decenas de miles de seguidores, y es allí donde comparte fotos de hermosos paisajes, montañas, lagos y ríos de su querida región.