En el 2017, Shakira sufrió una lesión vascular que puso en peligro su carrera artística, además de su relación con el futbolista del Barcelona, Gerard Piqué.
Ese año se convirtió en uno de los más complicados en la vida de la colombiana, pues esa enfermedad, que al principio se pensó que podría tratarse de una hemorragia en las cuerdas vocales, la afectó emocionalmente.
«Mi hijo Sasha me dijo que le rezaba al niño Jesús y a la virgencita para que mamá volviera a hablar”, relató la artista a los medios de comunicación.
Asimismo, la cantante indicó que el jugador del cuadro blaugrana se convirtió en un pilar importante para poder salir de esa situación.
«Me decía que no quería un futuro con una mujer amargada, que todos estaban haciendo música por ahí mientras yo estaba encerrada en casa con los niños», narró Shakira.
Finalmente, la intérprete de Antología indicó que su mentalidad cambió, ya que antes pensaba en verse bien para cualquier persona que la viera, pero después pensó en solo ser feliz para sus fans.