Segunda vez que Senegal juega un Mundial de fútbol y segunda que estrena su andadura con una victoria. Lo hizo en Corea y Japón en 2002 al derrotar a Francia, que era la vigente campeona, y lo repitió este martes ante Polonia, también favorita en este choque del grupo H. Los errores polacos le costaron el partido ante un combinado africano que nunca tuvo nada que perder y que ahora sueña con el pase de la fase de grupos.
El partido comenzó con un enorme respeto por parte de ambos conjuntos. Hasta cerca del minuto 20 no se vio la primera ocasión de cierto peligro, obra de Senegal. Niang completó un buen contragolpe con un disparo que se fue por un mundo para desesperación de los aficionados. Cierto aire de ansiedad en ambos países por intentar ver el primer gol de este Mundial que no llegaba. Los polacos tenía un control absoluto de la posesión ante unos senegaleses que renunciaban a la pelota y apostaba por salir a la contra.
En el tramo final de la primera parte los de Cissé se animaron en ataque y empezaron a acosar la portería polaca hasta que llegó el primer gol del encuentro. Una asistencia de Mané para la llegada desde atrás de Gueye, que disparó desde la frontal para que el balón lo desviara Cionek y anotar el gol en propia puerta. Delirio en la grada africana, que se ponía por delante en el marcador con muy poco juego.
La segunda parte empezó de la misma forma, con Polonia dominando y Senegal buscando sorprender a la carrera. N’Diaye hizo una gran parada a disparo de falta de Lewandowski. Pero los polacos seguían sin crear peligro y los africanos volvieron a ser más efectivos que nunca. Un pase atrás de Krychowiak propició el garrafal posterior entre Bednarek y Szczesny, que no se entendieron a la hora de despejar, y Niang marcó el segundo del partido.
El atacante senegalés, que unos segundos antes estaba siendo atendido en la banda, recibió el permiso del colegiado para volver al campo justo en el momento exacto. Saltó al césped y se encontró con ese balón dividido que le valió para ampliar la diferencia en el luminoso. Una diferencia que se redujo en el tramo final tras un gran remate de cabeza de Krychowiak que puso emoción en los últimos minutos. Al final, victoria para los de Cissé, que se ponen líderes del grupo H y dejan tocada a una Polonia que nunca dio muestras de su talento, empezando por su estrella Lewandowski, muy difuminada.
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