Después de ser deportada de Estados Unidos, Miriam Zelaya, más conocida como “Lady Frijoles”, concedió una entrevista a un medio de comunicación de Honduras donde explicó las razones por las cuales despreció los alimentos.
La hondureña cruzó México con sus hijas, pero la pasó muy mal durante el recorrido en busca del sueño americano. Se convirtió en el objeto de burlas, críticas y hasta amenazas por quejarse de que le daban de comer frijoles, pues afirmó que eso era comida para «puercos».
La originaria de Tegucigalpa, Honduras, apodada Lady Frijoles, logró llegar a Estados Unidos, pero entró a la cárcel junto a su hermana, acusada de agresión agravada con arma de fuego. Fue deportada y en su país natal ya es toda una celebridad, por lo que decidió contar su verdad detrás del video viral.
En una entrevista para el programa «Q´hubo» relató las dificultades económicas con las que creció, y que la llevaron a aprender oficios junto a su padre, para poder trabajar pintando ventanas, puertas y casas. Además ha vendido ropa usada y comida.
Reveló que su esposo salió en 2014 de Honduras en busca de una mejor calidad de vida para su familia, pues buscaban poder operar a una de sus hijas, quien es sordomuda.
Sin embargo, nunca supo más de él. Según información del «coyote» que le ayudaría a cruzar la frontera de México con EEUU, lo dejaron muerto cerca de un rancho luego de que «le dio hipotermia». Miriam levantó una denuncia por desaparición, «pero no ha aparecido ni vivo ni muerto».
Es por eso que hace 2 años decidió intentar llegar a Estados Unidos, pero solo llegó a Guatemala porque se le acabó el dinero.
En 2018 lo intentó nuevamente, junto a la caravana migrante. Según su versión, el periodista que la entrevistó «subió lo que le favoreció».
Mi niña andaba mal del estómago, yo simplemente le fui a pedir al muchacho un bote con agua, y entonces él le dio el plato de comida pero ella lo rechazó con señas, diciéndole que estaba mal del estómago, que solo quería agua.
«Era un joven mexicano, por lo menos unos 25 años. Yo solo le pedí un bote con agua, entonces el muchacho dijo: ‘Estos hondureños que no quieren comer los frijoles’, pero se los dio a la fuerza, entonces la niña los agarró y me los dio; el periodista estaba captando todo eso, y entonces le dije yo a él ‘es cierto, no es a fuerza de que le den de comer a uno’, pero yo estaba molesta, me sentí mal. Lo dije porque me ofendió a mi niña realmente. Yo lo dije para que él lo escuchara», relató.
«Yo seguí hablando con él, le dije que me trató mal a mi niña, pero solo subió la parte mía», contó Miriam.
Pero el video llegó a redes sociales y los miembros de la caravana migrante le informaron que se había convertido en un fenómeno viral. Sin embargo, llegaron las amenazas y los malos tratos. «Me sentía muy mal porque la gente se me quedaba viendo feo, y cuando salí de ahí para llegar a la frontera con mis niñas, me costó mucho llegar, mis niñas ya no querían estar ahí. Lloré mucho con mis hijas».
Una de sus hijas sufrió bullying de otros niños migrantes, pues «le decían que no jugara con ella porque era hija de la frijolera».
Pero a decir de Miriam, no sólo ella dijo algo malo, pues otros hondureños «fallaron, porque pedían la comida y la botaban, la ropa y los medicamentos lo dejaban botado».
«El día que yo ya iba a salir de México, llegó el periodista, el mismo, me dijo que lo perdonara, que nunca pensó que se iba a hacer viral. Yo le dije que por qué no subió todo lo que pasó. Me ofreció dinero para que me quedara en México y ayudarme a operar a mi niña».
Pero Lady Frijoles siguió su camino, llegó a Estados Unidos, aunque fue arrestada. Las imágenes de su detención también se hicieron virales.
Pero ahora, a la distancia, envió un mensaje: «Yo pedí perdón porque nos apoyaron mucho en México, yo bendigo a cada quien, a todos los que han hecho memes y todo. Algunas cosas las vi yo y ya no les presté atención».
Eso sí, relató que en Migración la trataron mal porque la reconocieron. «Mis niñas lloraron porque los mismo policías se burlaban de mí, me decían que me dieran de comer frijoles. Dijeron que nos metiéramos a bañar, que porque quizá teníamos animales en el cuerpo por venir en la caravana migrante».
Ahora, Miriam dice: «Le doy gracias a Dios por estar en mi país, el Consulado hondureño se portó muy excelente conmigo».