El monoplaza del piloto australiano Alex Peroni se elevó este sábado por los aires en la primera carrera de Fórmula 3, tras una salida de pista en el circuito italiano de Monza, para acabar aterrizando sobre las barreras de seguridad.
El corredor de 19 años pudo salir por su propio pie de su monoplaza para entrar en el coche médico. En seguida fue trasladado al hospital para que le examinaran, siguiendo el protocolo en caso de un impacto de esta violencia, indicó la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Peroni se elevó al pasar sobre un reductor que marcaba los límites de la pista en la curva de la Parabólica antes de dar tres vueltas de campana en el aire y aterrizar sobre las barreras.
El reductor en cuestión fue retirado para el resto del fin de semana de carrera y antes de los terceros ensayos libres del Gran Premio de Italia de Fórmula 1.
Esta salida de pista ha tenido lugar una semana después del fallecimiento del piloto francés de Fórmula 2 Anthoine Hubert en una carrera en el circuito de Spa-Francorchamps en Bélgica.
El estadounidense-ecuatoriano Juan Manuel Correa, también implicado en el accidente de Spa, sufre una «insuficiencia respiratoria aguda» y está en coma inducido. El piloto está «en un estado crítico pero estable», informó su familia en un comunicado este sábado.
«Estoy básicamente de acuerdo en una cosa, estamos en una generación de pilotos que creen que no les puede pasar nada», aseguró el legendario ex piloto Alain Prost y consideró que con la electrónica y escapatoria de hoy en día, los pilotos van perdiendo la sensación de peligro, viéndose envueltos en una sensación de invulnerabilidad.
Jacques Villeneuve hizo hincapié en el accidente de Hubert para recordarle a los jóvenes pilotos que «llegan al circuito y se comportan como si todavía estuvieran en el simulador y no es el mismo estrés. No tiene la misma adrenalina. La evaluación del peligro, del enorme riesgo que corren, no es la misma»
Lando Norris (McLaren), de 19 años, contestó a esas declaraciones: «No es que lo olvidemos por completo, no vamos con el pie a fondo y sin importarnos nada. Todavía nos damos cuenta de lo que es el peligro, hay mejor seguridad que en su época (…) No es por ser joven, es por tener poca fortuna cuando ocurre esto, algo pequeño de repente se hace grande por mala suerte, la seguridad es mejor y tomas más riesgos, pero nadie se arriesga estúpidamente. Los accidentes no duelen en el simulador, pero no soy tan ingenuo como para pensar que es lo mismo en la vida real».