En el Día Internacional del Tiburón Ballena, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Filipinas, informó que entre enero y junio de 2019 se identificaron 104 nuevos ejemplares frente a la costa de Donsol, al sur de la isla de Luzon, la más grande del archipiélago filipino.
De acuerdo con los avistamientos, el total de tiburones ballena en Donsol es de 676, desde que comenzó el monitoreo hace 12 años. Esto representa casi el 40 por ciento de los mil 724 que habitan en Filipinas.
“Los tiburones ballena que pasan por Donsol no son importantes solo por su valor para el turismo local. También juegan un importante papel al dar resistencia al ecosistema”, dijo Manuel Narvadez, gerente del proyecto Donsol de WWF Filipinas.
El Rhincodon typus está clasificado como especie en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), debido a la contaminación, la pesca ilegal y la destrucción de su hábitat. Sin embargo, los nuevos números indican que la recuperación de la especie va en ascenso.
Este es el pez más grande del mundo, puede medir hasta 20 metros y pesar más de 34 toneladas; se caracteriza porque cada ejemplar tiene un patrón de manchas único, como las huellas digitales.
“Tiburones: Restaurando el equilibrio”, es el programa del WWF que trabaja para la conservación de esta especie en Ecuador, México, Pakistán y Tanzania, además de Filipinas.
En México, el tiburón ballena puede ser observado entre agosto y diciembre en Bahía de Los Ángeles, Baja California; en Bahía de la Paz, Baja California Sur, y cerca de la Isla Holbox en Quintana Roo.
Aunque su gran tamaño impone, esta es una de las especies marinas más dóciles y es posible nadar con ellos, pero se recomienda hacerlo en lugares que tengan los permisos adecuados, así como no tocarlos o montarse en ellos.