Terminaron su romance hace más de un año y él ya está casado con la modelo Hailey Baldwin, pero parece que el público sigue enganchado con la historia de amor de Selena Gomez y Justin Bieber.
Apenas hace unas semanas, sus nombres se volvieron tendencia gracias al hilo de una usuaria en Twitter que se dedicó a documentar con fotografías y publicaciones en redes todas las supuestas traiciones del cantante hacia Selena.
Aunque fue en Latinoamérica donde causó mayor revuelo el hilo, el eco llegó hasta la cuenta de Instagram de Hailey, quien celebró un año de haberse comprometido con Justin Bieber y entre los comentarios que recibió estaban los de seguidores de Selena quienes le reclamaban la manera en que se relacionó con el cantante.
Lo del hilo sirvió para recordar el tormentoso romance de ambas estrellas en donde ambos salieron con heridas emocionales. Pero, recién cumplidos sus 27 años, parece que Selena está decidida a buscar ahora cierta estabilidad en su vida, afectada en los últimos tiempos por problemas de salud y escándalos.
Quizás uno de los puntos más bajos para Selena llegó en octubre del año pasado cuando, afectada por los efectos que el lupus estaba dejando en su cuerpo y mente, decidió ingresar a un centro psiquiátrico para tratar su depresión.
A finales de septiembre, Selena ya estaba muy nerviosa por el bajo nivel de glóbulos blancos en su sangre, lo que podría derivar en padecimientos más serios.
Días después volvió a ingresar al hospital Cedars-Sinai en Los Ángeles, en donde sufrió una crisis nerviosa y trató de arrancarse las vías intravenosas del brazo que la llevaron a una «crisis emocional».
Ya en 2014, en medio de sus idas y vueltas con Justin Bieber, Selena había estado dos semanas en rehabilitación por abuso de alcohol, marihuana y fármacos.
Una vez que salió de su más reciente encierro, Selena decidió mantener un bajo perfil y enfocarse en su recuperación. Apenas unas cuantas apariciones públicas y una menor actividad en su cuenta de Instagram, en donde tiene más de 150 millones de seguidores.
A principios de enero volvió a hacer una publicación, después de casi 4 meses sin actividad en la red social.
«Quería desear a todo un feliz año nuevo y agradecerles su amor y apoyo. El año pasado definitivamente fue un año de autorreflexión, retos y crecimiento. Siempre son esos retos los que te enseñan quién eres y de qué eres capaz de sobreponerte. Créanme, no es fácil, pero estoy orgullosa de la persona en la que me estoy convirtiendo y estoy ansiosa por el año que viene».
Y desde entonces, Selena ha preferido no hacer apariciones en grandes eventos públicos y decidió alejarse de las redes, porque -aseguró- han sido terribles.
«Para mi generación específicamente, las redes sociales han sido terribles. Entiendo que es increíble usarlas pero me asusta cuando ves cuán expuestas están las chicas y chicos. Creo que es peligroso y poco seguro».
«Creo que especialmente para la gente joven, pasar tanto tiempo mirando qué dicen de ti es malo. A mí era algo que me estaba afectando mucho. Me deprimía. Me sentía mal conmigo misma. ¡Miraba mi cuerpo de manera diferente y todo tipo de cosas”, comentó en el show Live! With Kelly and Ryan.
Lo que no ha podido evitar es ser captada en algún paseo o celebración. Hace algunas semanas fue vista en Punta Mita, para la despedida de soltera de su prima, de la que fue una de sus damas de honor.
Su presencia en la playa sirvió para que posara usando un traje de baño rojo, al estilo de Pamela Anderson en Guardianes de la bahía.
Después apareció en algunas publicaciones en Instagram durante la boda de su prima, en Texas, en donde dio un sentido discurso para destacar la fortaleza que le ha infundido ella
De ahí viajó hasta Roma para celebrar sus 27 años. No se trató de un festejo en grande ni con muchos invitados. Sólo un grupo de amigas y una discreta cena en un restaurante exclusivo de la capital italiana. Tampoco hubo tarta (pastel) de cumpleaños ni velitas para soplar, pero sí mucha diversión entre la cantante y sus amigas.
«Se la pasaron en grande. Degustaron una amplia selección de delicias tales como tagliatelle con langosta, pasta con salsa de vodka y varias ensaladas».
«Bueno, ya tengo 27. Quería agradecer a todos y cada uno de ustedes por sus palabras en mi cumpleaños. No sólo las notas rápidas. El pensamiento que va detrás de cada palabra que escriben usualmente va acompañado de un llanto de lágrimas de agradecimiento como ocurrió anoche. Rezando por todos ustedes. Los amo», escribió Selena en Instagram.
Después, inspirada por su estancia en Roma, publicó una fotografía en la que, dijo, trató de imitar el estilo de alguno de los personajes del cineasta italiano Federico Fellini.
Pero hay algo que parece traer una sombra a esta placida etapa de su vida: su distanciamiento con Francia Raisa, la actriz que le salvó la vida.
Fue Raisa quien le donó a Selena Gomez un riñón en el verano de 2017. El órgano resultó afectado por el lupus que padece la cantante y actriz
«Creo que llegué al punto en que realmente era una especie de vida o muerte. Mis riñones estaban acabados», confesó la joven en una entrevista, la misma en la que reveló que Francia se ofreció a donarle el órgano sin que ella se lo pidiera.
«No quería pedírselo a una sola persona en mi vida… Y ella se ofreció voluntariamente».
Tras superar esa difícil prueba, Selena aseguró que llevaría un vida saludable, sin tomar alcohol -por ejemplo. Pero poco antes de su ingreso a un psiquiátrico, la joven fue vista bebiendo.
Raisa le reclamó el haber hecho elecciones «poco saludables», pero Selena lo tomó mal y terminaron peleando.
La actriz lo pasó muy mal después de haberle donado el riñón a Selena y le sorprendió saber que estaba haciendo cosas poco saludables. Fuentes cercanas aseguraron que Raisa estaba muy preocupada por Gomez, pero lo cierto es que desde hace nueve meses no están en contacto.
Con indicios de recuperación y estabilidad, Selena no ha dedicado una sola palabra a su ex, Justin Bieber. Parece que está realmente decidida a empezar una nueva vida.