De los 643 atletas que conforman la delegación de Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, hay un apellido que llama la atención en el equipo de Ecuestre: Jobs. Es inevitable no asociarlo con el cofundador de Apple, una de las empresas más importante y valiosas del mundo.
La simple asociación se transforma en sorpresa cuando se verifica que, precisamente, Eve, deportista que representará a su país en salto individual de la disciplina, es la hija más chica de Steve, el fallecido magnate del mundo informático y una de las personas más influyentes de la humanidad en los últimos años gracias a sus invenciones.
Claro que la joven de 21 años está lejos de ocupar una plaza en la delegación estadounidense por portación de nombre. Su pasión y dedicación con los caballos viene desde su niñez y gracias a su talento será una de las tantas caras que peleará por una medalla de oro en la cita de la capital peruana.
«La hija de Steve Jobs viene a Lima específicamente para las pruebas de salto. Una de las características del equipo americano es que está trayendo a dos jinetes muy experimentados, incluso uno de ellos fue el último campeón Panamericano, y entre los más jóvenes se encuentra la heredera de Apple. Más allá del legado de su padre, ella tiene un gran talento, producto de su perseverancia y tesón de participar en varias competencias ecuestres. Se ha ganado un puesto por sus propios méritos», explicó Ileana Stark, la jefa del equipo de adiestramiento de la Federación Deportiva Nacional Ecuestre, en diálogo con el medio peruano Gestión.
El interés de Eve por los animales nació cuando ella era muy chica y pese a que se encuentra estudiando en la Universidad de Stanford, sabe que su destino está ligado al deporte.
«La principal razón por la que hago este deporte es porque me encantan mis animales, me encantan mis caballos. Desde que era pequeña, estaba encaprichada con estos animales y siempre quise estar cerca de ellos, trabajar con ellos. Y eso se ha desarrollado cada vez más. No estoy compitiendo tanto como antes de empezar la universidad, voy a las competiciones importantes. Preparo mis caballos para esos días específicos. Y a mis profesores les explico que estoy haciendo esto y con antelación les comunicó qué días no voy a acudir a clase. Tengo un plan de 4 años, que hice de forma meticulosa, de qué clases tengo que tomar y cuándo. Para mí es muy importante estar tanto en este deporte como dedicarme a mis estudios. Soy una gran defensora de si quieres seguir un ambicioso sueño deportivo, como yo, es importante también estar en la universidad», comentó la heredera de la compañía tasada en 821.500 millones de dólares en febrero de este año.
De acuerdo con distintos informes, se estima que la hija del empresario fallecido en 2011,invierte cerca de un millón de dólares en el desarrollo de esta disciplina. Claro que más allá del carácter deportivo, los caballos le propinan a Eve un contención emocional. «Este deporte me dio mucho en diferentes momentos de mi vida. Sobre todo un lugar donde refugiarme si estoy abrumada por mis estudios o cosas que pasan en mi vida», le comentó la más chica del clan Jobs a la agencia