India lanzó este lunes al espacio una sonda destinada a posarse el 6 de septiembre en la Luna, en el segundo intento de convertirse en el cuarto país en posar un aparato en el satélite natural de la Tierra.
Chandrayaan-2 despegó a las 14.43 hora local (9.13 GMT) desde su centro de lanzamiento de Sriharikota, en el sureste de India, una semana después de que un problema técnico obligara a anular un primer lanzamiento.
Desde el inicio el domingo de la cuenta atrás para este nuevo lanzamiento, Investigación Espacial de la India (ISRO) ha ido informando en su cuenta oficial de Twitter de cada nueva fase, centradas por el momento en llenar los depósitos del cohete.
El vuelo, sin tripulantes, se desarrollaba conforme a las previsiones por el momento. La misión tiene como objetivo posar un aterrizador y un vehículo de exploración cerca del polo sur de la Luna, situada a unos 384.000 kilómetros de la Tierra, así como colocar una sonda en órbita lunar.
Un primer intento de lanzamiento había sido programado para la madrugada del pasado lunes 15, pero un problema en el sistema del vehículo de lanzamiento obligó a abortar la misión cuando apenas faltaba una hora para el despegue.
«El Chandrayaan-2 está listo para llevar mil millones de sueños a la Luna, ¡ahora más fuerte que nunca! Únanse a nosotros para el lanzamiento», anunció la agencia espacial tres días después de cancelar el primer despegue en un intento de revivir el entusiasmo.
Se trata de la segunda misión de exploración lunar de la India después de que su versión anterior, el Chandrayaan-1, fuera puesto en la órbita lunar en noviembre de 2008.
Esta misión pretende explorar el polo sur de la superficie lunar y descubrir más sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua.
De tener éxito, el Chandrayaan-2 convertirá a la India en el cuarto país miembro del club de naciones que tocaron la Luna, una hazaña lograda anteriormente por Rusia, Estados Unidos y China, y el primero en posarse en el polo sur del satélite.
La nación asiática cuenta con uno de los programas espaciales más activos del mundo y comenzó a colocar satélites en la órbita terrestre en 1999.
Los logros de la ISRO se acentúan si se tiene en cuenta que contó con un presupuesto en 2017-2018 de unos 1.176 millones de euros frente a los 17.401 millones en 2019 de la NASA, unos recursos limitados que no han impedido que la organización india se haya ganado a pulso una reputación favorable.
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