En EE.UU., una mujer ha sido detenida por grabar a su hija lamiendo un depresor lingual (bajalenguas o abatelenguas) en el consultorio de un médico, para luego volver a colocar el instrumento en su lugar.
La semana pasada, Cori Ward, acudió con su hija a una clínica de la ciudad de Jacksonville (Florida). En el consultorio, la mujer abrió un frasco que contenía depresores linguales limpios, aparentemente de madera, y luego su hija tomó uno de esos instrumentos, lo lamió y volvió a colocarlo en el frasco. Cabe resaltar que junto al recipiente había un letrero que advertía de no tocar los utensilios médicos.
El material fue grabado por Ward, de 30 años, y posteriormente publicado en las redes sociales, donde se hizo viral. Las imágenes llegaron a conocimiento del centro médico, que pidió una investigación policial.
Cori Ward ha sido acusada de intentar manipular un producto de consumo sin considerar las posibles consecuencias como la muerte o lesión corporal, y si es declarada culpable podría enfrentarse a una pena de 30 años de prisión y una multa de 10.000 dólares. La semana pasada la mujer aseguró a los medios locales que se arrepiente de sus acciones y siente que «le habían arruinado la vida»