El Presidente Nayib Bukele reaccionó a una serie de declaraciones ofensivas dadas por Hunter Biden, hijo del expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en las que se refiere a El Salvador y al propio Jefe de estado en términos agresivos y vulgares.
En un video difundido por el propio mandatario salvadoreño, Hunter Biden expresa: “¿Cómo vamos a traer de vuelta a esa gente desde El Salvador, carajo? Si yo me convirtiera en presidente levantaría el teléfono y llamaría al maldito presidente de El Salvador y le diría: o los malditos mandas de vuelta, o voy a invadir con todo. Es un puto crimen lo que están haciendo. Es un maldito dictador matón”, fueron las palabras pronunciadas en un tono exaltado y cargado de lenguaje soez, las cuales podrían ser interpretadas como una amenaza directa a la soberanía salvadoreña.
Las declaraciones de Hunter Biden, es una reacción a la creciente cercanía entre el gobierno de El Salvador y la administración de Donald Trump, tras la colaboración en el resguardo de miembros de la peligrosa organización criminal Tren de Aragua, utilizando su sistema penitenciario de máxima seguridad dentro del CECOT.
Ante esto, el presidente Bukele respondió con un comentario irónico publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter): “¿Hunter Biden está inhalando leche en polvo?”. La frase hace alusión al historial de adicciones del hijo del expresidente estadounidense, ampliamente documentado en medios internacionales y reconocido por él mismo en entrevistas y procesos judiciales.
Hunter Biden ha enfrentado durante años una lucha pública contra la adicción al crack, al alcohol y otras sustancias. En sus memorias tituladas Cosas hermosas, publicadas en 2021, relata cómo sus problemas de adicción afectaron profundamente su vida personal y profesional. Además, ha sido objeto de investigaciones judiciales por posesión ilegal de armas mientras consumía drogas, y actualmente enfrenta procesos legales derivados de dichos hechos.
Aunque Hunter no ostenta ningún cargo público ni representa de manera oficial a la administración de su padre, sus palabras han generado polémica, tanto por el lenguaje utilizado como por su contenido, que algunos analistas consideran incendiario y potencialmente dañino para las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y El Salvador.