Por: Fredis Pereira
Las tradiciones marcan la conducta de las personas. Ir contra corriente exige ser consciente, tener coraje y compromiso ético. El transfuguismo político es tradición que marca la vieja manera de hacer política en el mundo, es un compromiso con la indecencia.
El transfuguismo político es corrupción en esencia. Estar con un partido cuando eres candidato, salirte del partido, justo después de ser electo al cargo público, es parte de lo que hacen los tránsfugas. No se sabe que esperar de un político de este tipo, son como olas que arrastra el viento, sin saber con confianza hacia donde se dirige; solo que los tránsfugas son arrastrados por fuerzas desconocidas. No se sabe que negocios hay entre manos; en consecuencia, se debe desconfiar de los tránsfugas y de su patrocinador.
El desprecio a los valores democráticos es característico del tránsfuga. El orden democrático se sustenta en acuerdos colectivos, que se materializan en instituciones como los partidos, que pese estar desacreditados por diversas prácticas corruptas, no deja de ser un instrumento social para articular y construir consensos sociales. El tránsfuga solo respeta esta institución cuando le permite lograr sus propósitos personales, y reniega de este orden institucional, cuando no le sirve para conseguir sus ambiciones.
Los consensos son eslabones de la acción social que el tránsfuga pervierte. El consenso es la base de la actividad política de los partidos democráticos. El tránsfuga estará comprometido con los consensos partidarios, cuando sus cálculos digan que sacará alguna ganancia particular, si no, boicoteará la acción, aunque se lleve de encuentro a la mayoría de sus compañeros militantes.
Un tránsfuga le miente a sus compañeros de militancia partidaria y al público. No define su identidad. El político con vocación tránsfuga aunque no siempre se desvincula formalmente de su partido, si lo hace en su acción política, así miente al aparentar estar con el partido. Uno observa los miembros del PDC que denuncian la decisión inconsulta de la dirigencia de su partido, endosando apoyo a un candidato presidencial distinto al compromiso partidario; suponiendo que tienen razón, que la dirigencia toma decisiones trascendentales inconsultas, entonces ¿Por qué no renuncian al partido donde no se sienten incluidos? o si de verdad la militancia no apoya a su dirigencia como lo anunciaron al público, ¿Por qué no cambian la dirigencia del partido? Parece que algo que no encaja con la verdad.
Por otro lado, la democracia representativa partidaria se basa, entre otras cosas, en que cada instituto político tiene representantes democráticamente electos y que cada dirigente está respaldado por los afiliados. En la práctica este orden adolece de dos males: 1) los dirigentes que toman decisiones trascendentales sin consultar a sus bases; 2) los disidentes a la dirigencia que no respeta las reglas y los consensos partidarios. Recuerde que un partido es una minoría organizada de la sociedad. El tránsfuga aprovecha la limitada legitimidad que tiene un partido frente a la población para justificar mediáticamente su proceder perverso; así socaba la fuerza del partido, aunque no tiene el respaldo suficiente dentro de las filas partidarias para ejecutar las decisiones que prefiere.
Además, el tránsfuga irrespeta las leyes y los distintivos de su partido. El irrespeto atenta contra la paz. Así es común que, en los actos de presentación de los tránsfugas, se utilice de forma deshonesta los distintivos del partido que reniegan. Es que el acto no es una simple muestra personal de simpatía hacia un candidato, como argumentan cuando les cuestionan su decisión, pues el propósito es debilitar la posición del partido frente al electorado. Este uso indebido de los distintivos políticos está prohibido en el código electoral, pero al tránsfuga no le importa, como no le importa el partido al que está vinculado legalmente.
El tránsfuga aprovecha las desviaciones de sus dirigentes. Los dirigente políticos facilitan la acción de los tránsfugas al distanciarse de las necesidades de la sociedad, pues así debilitan su legitimad como líderes. Esta debilidad de liderazgo es aprovechada para evitar que la población se pregunte ¿Qué hay detrás de la conducta del tránsfuga? La experiencia enseña que no hay cosa buena.
Muy bueno Lic. Fredy…
ALGUIEN CON UN CONCEPTO PARA DESENMASCAR A LOS POLIICOS CON SIETE CARAS MAS CUANDO SE SABE DE SOBRA QUE TODOS ESTOS ESTABAN HAMBRIENTOS Y COMO DICE EL DICHO PKR LA PLATA BAILA EL MONO Y DESPUES DICEN YO VIVO CON DIGNIDAD Y EN LA BOLSA EL EFECTIVO PERO EN UN FUTURO LAS DECLARACIONES DE I,PUESTOS NO CUADRAN COMO GUILLERMO GALLEGOS Y LOS OROS TRANSFUGA